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Violence

en el pie madera. Con dos bolillos cortos hacía redobles continues que correndían a las voces bajas del violín.
Egitimo músico se mantenía de pié sacudiendo entre sus brazos con violencia la zambumibia: un pedazo de árbol, cilíndrico, hueco, arrojado por el mar y lleno de granos de maíz, que, al ser sacudidos, origina ban un ruido invariable y fastidioso.
En aquella música no podían existir, como es de suponerse, las disonancias y los choques que producen las melodías puesto que los rústicos instrumentos no hacían otra cosa que producir compases iguales sirviendo únicamente para marcar el ritmo a los danzantes.
Cuando empezó la música, los espectadores se hicieron hacia los extremos dejando espacio suficiente para los bailarines que se dispusieron en parejas El baile sielto constituye para el pueblo costarricense con especialidad para los habitantes de la comarca de Puntarenas y de la provincia de Guanacaste el mejor modo de divertirse Dejando a un lado el brazo estrecho que caracteriza la danza de salón, el baile sutelto recuerda el amor sexual con sus luchas y sus victorias. Primeramente el hombre, para llamar la atención de su compañera, improvisa los gestos y actitudes que le parecen más apropiados a la posición que la mujer toma al seguir el compás de la música. Esos gestos y actitudes resultan muchas veces graciosos; parece entonces que la companera se iude a los atractivos desplegados en el baile por su pareja: poco a poco, obedeciendo ella a la seducción ejercida por los movimientos del hombre. mbos se van acercando y, al fin con las caderas enteramente juntas se efectúa la transición encantadora entre la vivacidad de los gestos y la catitud de un balance sensual muy malicioso que, dura breves moments Fc balanceo despierta, en los danzantes y en los espectadores, asociaci ses de ideas, va de tranquilidad y de placeres, ya de trabajo y de excitaciones. Por último, en un arranque inesperado, las parejas dan la vuelta, separan y empiezan de nuevo la figura.
Durante mucho rato permanecieron los cuatro jóvenes mirando las diversas posiciones que adoptaban los danzantes: observaron con atención los instrumentos que usaba aquella orquesta original, y muy tarde en la noche abandonaron aquel sitio en donde un pneblo pacífico se reunía para celebrar, bailando, el aniversario de la independencia de su Patria.
Al día siguiente fueron llamados los dos jóvenes a tina caTristán 264