atrayente; en tiempo despejado se destaca con claridad su perfil. las nubes bajan con lentitud semejando columnas de humo. veces, desaparecen forman un finísimo velo, que permite ver tres picos, y en medio de ellos la gran cavidad del cráter, hoy apagado y lleno de vegetación. Al pie del gran cono, signe hacia el SW, y 0, con poco declive, un terreno quebrado interrumpido por pequeñas planicies y lagunas. En las partes elevacias y coronando las pequehas colinas, se distinguen los numerosos restos volcánicos, que en algunas partes cubren grandes extensiones; tal se observa por ejemplo en el punto denominado El Pedrero.
Los tupidos bosques siguen a lo largo de las quebradas y riachuelos; los arbustos forman agrupaciones aisladas en las llanuras sitios descubiertos (burras de monte. los árboles enen sus ramas y troncos llenos de orquideas, liquenes y musgos muchos insectos, aves y mamíferos dan vida al paisaje y rompen la monotomía de aquella exuberante vegetación que se ha desarrollado gracias la gruesa capa de humus que se ha formado por el trascurso de los años.
El grau desarrollo de los bosques, ya muy antiguos, y el hecho de encontrar sepulturas indígenas en aquellos lugares hacen pensar que las formidables erupciones del Miravalles debeu haberse verificado mucho tiempo antes de la conquista. La naturaleza de dichas erupciones no puede apreciarse todavía, pues no existe ningún estudio de las rocas y carácter del terreno; puede decirse, sin embargo, que el periodo le actividad del Miravalles fué mny largo y muy activo, formándose un terreno de una estructura muy complicada. Son restos de aquella actividad las fuentes minerales que se encuentran en las planicies, de estas la de la Poza Verde es la más conocida; además el Río Blanco. que tiene su origen en la parte superior del gran cerro, arrastra muchas sustancias minerales y materias arcillosas, tal punto que sus aguas son completamente blancas, y en otros lugares abundan las sustancias ferruginosas que tiñen de rojo las piedras de las quebradas.
De la hacienda Miravalles, el camino sigue una pendiente poco inclinada hasta la villa de Bagaces; el trayecto 324