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Un día le preguntó. Tú crees en la felicidad. ella se admiró de tal pregunta.
La noche víspera de la boda estuvo él releyendo muchos de esos papeles amarillentos que los solterones guardan como trofeos de amor. Luego formó con ellos una hoguera. Puso en un sobre un retrato, después de darle un beso, y lo entregó a un amigo.
Al día siguiente, la novia estaba lista; los convidados reunidos ¡y él no parecía! Unos compañeros suyos fueron buscarlo; la puerta de su cuarto estaba medio entornada; llamaron, nadie respondió; se entraron entonces. allí estaba él, vestido ya. sobre su cama de estudiante. horriblemente transfigurado y espantoso!
Había preferido morir.
ISAIAS GAMBOA San Salvador.
NAUFRAGIOS ponerse va el sol; callan los bosques; La luna salir va; Arrebolase el cielo, triste suena La música del mar. ponerse va el sol; de remos y olas Se mecen al compás Gallardas navecillas, que aun alumbra La luz crepuscular, ponerse va el sol. quién. ay. quién sabe Si al puerto arribarán, mañana la aurora sólo de ellas Las reliquias verá. ponerse ya el sol; de nuestros sueños Hermosos. cuántos. ay. Entre el día que nazca y el que muere, Cuántos naufragarán!
VENTURA RUIZ AGUILERA 360

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