sociales; dió conferencias y publicó La Higiene Social en una época en que los partidos franceses se despedazaban violentamente. Duclaux, entonces, lleno de verdad, se metió en el asunto y su voz resonó en las reuniones. Su ardor generoso, sus esfuerzos por el triunfo de la causa que él creía justa, alteraron su salud. Efectivamente, el día que discutía en la Liga de los Derechos del Hombre, tuvo el primer ataque. Malo estuvo y no se repuso del accidente hasEUR Fot. Max. Rudin Mujeres escogiendo el café ta un mes más tarde, gracias a los cuidados de su esposa.
Después de esta crisis, estuvo amenudo en la Academia.
Pero el mal hacía estragos. El lunes de mayo de 1904, después de comida, leía Duelaux un periódico cuando sintió el mal de nuevo. Murió horas más tarde, sin recobrar el conocimiento. Ciega muerte! este hombre encantador que siempre vimos sonriente, lo lloran ahora sus amigos de Francia y del extranjero. Tenía 64 años.
Aun podía haber prestado grandes servicios su país.
HENRI DE PARVILLE 367