y por debajo blanco, con ligeras variantes de negro y gris en la frente y cos.
tados. Entre el macho y la hembra no hay diferencias notables.
El pájaro joven se distingue por carecer de colores definidos: el blanco, el moreno, el castaño y el negro se enenentran todos vagamente esfumados en la primera época y luego van apareciendo hasta adquirir toda su intensidad cuando el ejemplar es adulto.
El mercenario es un pájaro netamente costarriqueño, sin que hasta ahora se le haya visto en otra parte que en nuestra antiplanicie central, de 800 1500 metros de elevación sobre el nivel del mar. En Alajuela era tan común hace algunos años que dentro de la ciudad podía observársele en los solares, escarbando con suma diligencia en las hojarascas, cañaverales y en las raices de las choyoteras.
Fabrica su nido sobre el suelo, en lugares ccultos por la yerba, colocando primero algunos tallos delgados y secos, que acolchona después con zacate fino y crines de caballo. El lecho así construido mide siete centímetros de diámetro por cuatro de profundidad.
Pone dos huevos de color blanco azulado con manchas canelas, las cuales toman un tinte castaño hacia el extremo más grueso, donde se agrupan en forma de corona. Los huevos son de corte elíptico aovado y de 23 milimetros de largo por 16 de grueso.
Saltator grandis Este pájaro, conocido en Costa Rica con el nombre de siasonte, habita todo Centro América una elevación sobre el nivel del mar que varía desde 900 hasta 000 metros, lo mismo en la vertiente del Atlántico que en la del Pacífico.
Su longitud es de veintidós centímetros desde la punta del pico al extremo de la cola, según medida tomada en un ejemplar macho antes de disecarlo. Tiene un pico grueso y resistente, los ojos de color sepia (bistre) y el plumaje de tinte general gris, con el abdomen color de herrumbre; sobre las cejas lleva una raya angosta blanca y otra más ancha en la garganta, con bordes longitudinales de color gris tan intensos que parecen negros.
Durante la época del celo, y por espacio casi de medio año, deja oir con frecuencia en las mañanas su canto alegre y sonoro, así como cuchiru chiru cuchichu repetido de árbol en árbol por los machos y las hembras indistintamente.
Comienza su tarea de anidar principios de Mayo, cuando la Naturaleza se reanima y le prepara su cosecha de insectos y de frutas que han de servir de alimento a la futura prole. La construcción del nido, fabricado con fibras y hojas secas de plátano otras plantas, nad tiene de raro. una altura de tres metros poco más o menos, sobre las orquetas de las ramas, allí fija su nido, voluminoso por fuera, de quince centímetros de ancho por diez de alto, deja una capacidad interior de siete centímetros de diámetro y cuatro de profundidad. Su lecho no es suave, sino liso higiénico como si el pájaro tratase de educar sus polluelos desde la primera infancia, haciéndolos aptos y robustos para resistir con ventaja la lucha por la vida.
Pone el sinsonte del país dos huevos azules, adornados con una corona de puntos, rayas en zigzag y manchas negras artisticamente trazadas so.
bre la parte gruesa del huevo, de tal modo variadas y graciosas que los no acostumbrados a observar las bellezas de la Naturaleza se imaginan que esos dibujos han sido hechos posteriormente por la mano caprichosa de algún experto dibujante. Los huevos miden 27 milimetros de largo por 19 de ancho.
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