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riosa carrera por un puñado de valientes: vencedora de Aníbal y de Filipo, dueña de la mitad del mundo, no podía comprender el enorme fracase Después de siete años de lucha, derrotado el consnl Mancino, se firmó uï tratado de paz que no aprobó el Senado. Mancino se entregú voluntaria mente a los de Numancia en testimonio de su buena fe y de su sinceridad, una escolta le devolvió al campo romano; no acusaban al cónsul; no querían víctimas en represalia, sino su derecho y su independencia.
Escipión Emiliano se puso entonces al frente de las legiones: en ella figuraban, Mario, el futuro dictador, y el mayor de los Gracos. Un sitio apretado privó la ciudad de todo recurso y apoyo. Pidieron la paz los numantinos bajo condiciones honrosas, y negada por Escipión, se restableció MERIT Fot. Rudd UNA VISTA EN PIGRES el combate, más furioso que nunca, más horrible que cuanto podía recordarse en la historia de las humanas contiendas. menos de seis mil quedaban reducidos los defensores hábiles. Tomaron las armas los enfermos, los heridos, los ancianos, las mujeres, los niños; vencidos en una salida se suicidaban atravesándose el pecho con sus armas, rompiéndose el cráneo contra los muros. Habiéndose consumido todos los animales vivos, desde los caballos hasta las ratas, todas las correas y pieles, las yerbas nacidas bajo las niurallas; aun se vería una cosa más tremenda: se vería consumir los cadáveres; los romanos no vieron furor igual en sus mil años de campañas.
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