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¡Ay! pero no se dirá talvez que aquellas sugestiones maternalegd Cordelia, costaron al autor de La Primera Sonrisa largas vigilias de estudio laboriosa observación. No se dirá tampoco que las cuestiones sociales y, científicas tratadas en el libro, han requerido un largo y penoso aprendizaje, una cantidad no despreciable de tiempo gastado sobre los libros escritos en diversos idiomas, una edad en que los jóvenes de nuestro país sólo piensan en la tertulia de las esquinas y en toda suerte de diversiones y de holganzas. Para qué?
Vivimos habituados a la injusticia, y en ella no cabe jamás el reconocimiento de méritos ajenos.
Ni cabe tampoco la idea de que puedan tener valor alguno los pareceres que con los nuestros estén en pugna que hieran hondamente la armazón de nuestros vicios.
Hay, sinembargo, corazones que han sentido emoción al leer las páginas de La Primera Sonrisa. Entre ellos está el mío que palpita ardiente impetuoso por lejanos idealismos, y que ama los horizontes amplios y serenos que se extienden allá donde la verdad y la vida nunca perecen, quizás. Amigo, yo adoro tu Cordelia, amable, inteligente, libre y buena. Bien la conozco, por que es la misma adorable mujer que flotaba en mis ensueños y que hoy me acompaña, en comunión estrecha, allá en el casto rincón de mis gloriosas realidades!
MANOLÍN Resurexit Derrotado en la contienda, no crecía ya en mi huerto.
No crecía ya en mi huerto ni una rosa de ilusión, era larga noche triste. larga noche del desierto.
En mi ardiente, mi angustiado, mi abatido corazón.
Ni un perfume en mi sendero! Ni el fulgor lejano, incierto.
De una estrella que se oculta, ni un sonido, una canción.
Todo muerto ya en el fondo de mi alma. Todo muerto.
Como un lirio que no pudo resistir el aquilón.
Mas de pronto en mi doliente, fatigosa, larga vía, En mi ruta desolada, brillo herinoso y claro día, escuché los dulces trinos de un alegre ruiseñor. en mi frente sentí el beso de una brisa Dienliechora. Eras tú que revivías, blanca, pura, soñadora, En ini pecho las hermosas margaritas del amor!
DAVID CHUMACEIRO 419

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