Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Lit primul smisu la ofrece con claridad, por lo que me limito recomenwart. a las señoritas que apenas se acercan a los umbrales de la wiciedad pues purliera dañarlas mo que otro cuadro de colorido demasiade fuerte, que reciterda alguna escena plástica de la pluma de Zola sino a las que a los un traspasado y podido conocer, como Cordelia, algunas deformidades sociales, de las que ellas deben defenderse con la energía de quien apartat nu pie de la vibora predispuesta morderlo.
La primeru sonrisa es la del primer fruto del amor de Eugenio y Cordelia. tän poderosa que hizo recobrar la última. súbitamente, la me.
Hori que había perdido y trastornado sus facultades mentales, porque tal con la fuerza del amor maternal de ese sentimiento incomparable que debe ser más hondo cuando se experimenta por primera vez. La psicología puesta en acción. digámoslo así, en el final del estudio del joven Garnier.
indica que esta novel pluma es una verdadera esperanza para las letras patrias. No vale nada miaplauso bien lo comprendo sobre todo en achajes de literatura: pero si ara estimarse en sería excusable que foto dirigiera al autor. quien. aprovechando esta oportunidad, doy las mais expresivas gracias por el ejemplar que con honrosa dedicatoria ha tenido la fineza de enviarme, TRANQUILINO CHACÓN, Redactor en Jefe de El Pras lajuela. 18. de 1907.
De Rojo PM Alejandro Comas Dijo el amado. Desnuda tu brazo.
Ella, perpleja, alzó la fina blonda de su corpiño rosa.
El amado sacó un cincelado puñalito y le cortó una vena azul.
Llenó una esbelta copa de cristal de tibia y roja sangre.
Después ató dulcemente la breve herida.
El amado levantó el albo y reluciente puño de su camisa blanca y se cortó otra vena azul.
Llenó también una esbelta copa de cristal de su roja y tibia sangre, Después se ato sí mismo la breve herida.
Tomó la esbelta copa llena de su sangre y se la tendio la amada.
El cogió la copa de su sangre. Salud. y rieron los eristales El amado dijo. Fidelidad!
Ella tambien: Fidelidad! apuraron las copas purpurinas. FARBOS BERENGUEE 435
Este documento no posee notas.