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Breve de su Santidad María Gentelles, sobre el lujo de las mujeres Querida hija en Jesucristo. Salud y bendición apostólica. En estos tiempos de peligros cada día más graves para las almas, nuestra principal tarea es acudir a estirpar las raíces del mal, entre las cuales ocupa segaramente uno de los primeros lugares el lujo de las mujeres. Por eso en el mes de octubre último, cuando hablamos del respeto debido a la santidad de los templos y de los medios que se deben tomar fin de evitar ciertos desórdenes que se venían cometiendo en nuestra ciudad de Roma, quisimos decir alguna cosa también de esa detestable plaga del lujo, que se extiende por todas partes, y de los me.
dios para exterminarla.
Vemos con la mayor satisfacción, querida hija en Jesucristo, que no contenta en conformarte con nuestro aviso, comprendiendo muy bien la importancia y gravedad del litjo, has escrito un libro sobre sus funestas consecuencias fin de excitar a tus companie ras, sobre todo las que perte.
necen las sociedades de Madres Cristianas Hijas de la ría, unirse contra ese mar que es ruina de las costumbres y de la familia. Porqne es lo cierto que por los cuidados de la persona y del peinado, cosas que se renuevan muchas veces al día, se absorve el tiempo Fot. Masin PAISAJE que se debía consagrar obras de piedad y caridad, a los deberes de familia. El lujo es provocativo en las reuniones brillantes, en paseos públicos otros espectáculos, porque enseña andar de casa en casa, bajo el pretexto de atenciones que cumplir, y allí entregarse la ociosidad, la curiosidad, las conversaciones indiscretas.
El es el que sirve de alimento los malos deseos, el que consume la hacienda que se debía guardar para los hijos para socorrer los pobres. El es el que suele divorciar los esposos, y con más frecuencia impedir la cele 478

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