La Vía Dolorosa, esta famosa calle de Jerusalém, está en la falda del cerro. Por este camino, según la tradición, pasó el Salvador Jesucristo, cuando iba al lugar de su crucifixión. Esta calle ha sido arreglada exactamente como la original en Jerusalém, y se han colocado piedras en las catorce estaciones lo largo del camino hasta la cuesta del cerro. Cada una de estas estaciones está señalada con una placa. En un edificio sólido de piedra al llegar a la tercera parte de la distancia se ha alojado la orden religiosa denominada Hermanas de Sión.
En el Monte de Olivas, se ve el sepulcro del Rey David y poca distancia la Mezquita de Omar.
La nueva Jerusalém debe permanecer en St. Louis después de la clausura de la Exposición; pues se cree que será el sitio predilecto de los peregrinos.
Fot. Rudin LAS CINCO ESQUINAS Demás es decir que el costo de esta reconstrucción maravillosa es inmenso. Al principio se creyó suficiente un millón de dollars; pero bien pronto se vió que había que gastar más del doble.
UNA OJEADA EN 36 MINUTOS Aunque la Gran Exposición cubre una área de 1, 240 acres y tiene 300 edificios, es posible abarcarla vista de pájaro en 36 minutos. Los tranvías pasan por ocho lugares, y desde cualquiera de ellos puede tomarse el travía de la ruta intramural, que recorre de largo largo toda la Exposición.
Hasta los más pobres pueden ir; pues hay el Parque de Campamentos de la Universidad, que es la última creación en materia de hoteles. Una compañía de hombres de negocios de St. Louis concibió el plan de proporcionar alojamiento en tiendas de campaña en las afueras de la Exposición y se han levantado innumerables viviendas.
La conipañía ha comprado 43 acres de terreno en el cual erigirá un gran número de tiendas de doble toldo, con pavimento de madera, camas de hierro y otras comodidades, inclusa la luz eléctrica.
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