tu pensamiento llegue hasta mi lado haciéndome creer que no estoy solo en medio de tantas personas indiferentes que pasarán siu comprender talvez los sufrimientos de aquel que suspira por todos los seres queridos a quienes abandono; serás el estímulo mas bello que me hará trabajar para volver pronto, para sentir otra vez las dulzuras que sólo la familia y los amigos de la infancia saben prodigar.
Como hasta ahora, se altiva! No dejes que los jóvepes sin valor pretendan que tu alma descienda hasta la de ellos, al contrario, trabaja para que a tu lado se levanten sus espíritus y sientau deseos de volar cou tu noble pensamiento como muchas veces los he sentido yo al comprender la belleza de tus sentimientos delicados. Escoje entre los buenos, entre aquellos que no ostentan, que no tienen mas méritos que los que han sabido conquistar con su propio esfuerzo. Ama a los humildes porque ellos, como los pájaros, en la sombra entonan sus cantos llenos de dulzura; escoje, entre los humildes, aquel que mejor sepa apreciar el virginal encanto que tu derramas en todo lo que te rodea.
Angela, piensa en el amigo que está lejos como pensará mi madre, esa amada mujer de la que me aparto por primera vez y que llorará a cada momento cuando recuerde al hijo ausente. Seré feliz si continúas haciendo la dicha de quienes te estiman como hiciste la mia en los últimos dias que pasé a tu lado. Aquella carta también la hacía llorar; su segundo amor le había llenado el alma de ternura, de cariño para todos. En Claudio encontró el amor que no es egoista. El le hizo olvidar la pasion poco delicada de aquellos que ven en su novia, no una compañera del porvenir, sino una verdadera esclava cuyo único destino es plegarse a los caprichos del hombre.
Al terminar la lectura, se acercó al retrato de su madre, le sonrió y le dijo en tono de súplica. Madre mia, muy pronto estaré a tu lado para que me acompañes mientras viene. Sus bellas ideas y sus hermosos sentimientos han despertado mi amor! Con el, y a tu lado, he de ser feliz! de Setiembre de 1904.
JOSÉ FABIO GARNIER