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Y el sarcástico demonio de la duda Se burlaba de mi duelo, Se reía, se reía, se reía sin cesar! en lugar del ángel puro de la fe, pasó delante Hosco buho horripilante Que dió un lúgubre graznido, como un canto sepulcral. el tren luye, y el tren vuela, la brisa de los campos, perfumada, Otra vez un casto beso da mi frente, que, abrasada, Va estallar.
Torno ver el horizonte. oh, qué limpio estaba el cielo. Cómo el monte Se alza inmenso y majestuoso. ese cuadro, ese horroroso cuadro negro, dónde está?
La campana vibradora da el anuncio; el monstruo lanza Un silbido; ya no avanza coil tan rápida carrera.
He llegado. quién me espera. qué he venido aquí buscar. en mi viaje de regreso, abrumado con el peso De las lúgubres ideas de mi mente, Al monótono sonido de la máquina crujiente, En un hondo caos me pierdo, Hondo caos de un recuerdo, de una bruma, de un jamás!
San Salvador, agosto de 1896 ISAÍAS GAMBOA Declinación magnética Como este elemento se hace cada día más preciso en la agrimensura por la clase de trabajos con brújula que aquí se acostumbran y no haberse hecho determinaciones en 1982 cuando se ejecutaron medidas de terrenos lo largo de la línea férrea, creo útil suministrar al público algunas de mis observaciones que he dado algunos amigos que las han solicitado.
En la tarile del 22 de Agosto de 1899 determiné astronómicamente que la hacienda El Cairo. lote 53 1, 599 metros al de La Junta) está 10 29. latituci 94 metros sobre el nivel del mar y próximamente 83 32 23 longitud de Greenwich. La declinación magnética entonces era de 22 49. F. Se presentaba la dificultad para averiguar cual era esta en 1982; pero tomando en cuenta que para Puerto Culebra da el capitán Belcher 751 54 en 1838 y que la carta marítima del buque de guerra Ranger señala 54, para el mismo puerto en 1887 y que la variación anual medin de 88. 04 que de esos datos se desprende la he observado en un año en San José, en donde contando con más tiempo he sacado un promedio de 131. 03 en un año trópico, de creciente hasta las postrimerías del siglo pasado, he juzgado muy probable que en el año 1882 dicha declinación en El Cairo fuera de 46 12 y que en 1899 seria de 36 24 en el puerto citado de Guanacaste, dato que dí falta de otros mejores y les sirvió a unos ingenieros en aquella provincia.
Hoy que el período de las manchas solares reclama que se hagan observaciones magnéticas, no sabemos si sigue disminuyendo o aumentando la declinación y pensamos que debe ocuparse para esto el teodolito adecuado que posee la Nación, ya que no se emite un reglamento de agrimensura en que se preseriba como en El Salvador que se usen los rumbos verdaderos astronómicos, y el sistema de Pensilvania para el levantamiento de planos y cálculos de la superficie. Setiembre de 1904 GUTIERREZ co (al pole

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