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La Real Academia Española (Continuación)
JACINTO OCTAVIO PICÓN Alto, blanco, serio, correctamente vestido. Es viudo, pero todavía joven. Muy celebrado en España no sólo por sus novelas sino también, y quizá más, por sus cuentos, y sobre todo por su Velásques, que le abrió las puertas de la Academia, y que en Madrid elogian merecidamente, no tanto, sin duda, por la profundidad de sus conceptos, con ser ellos muy notables, cuanto por el estilo castizo y agradable en que está escrito. Ocupa el sillón de Castelar quien no se parece sino en política.
Picón es republicano como el insigne orador.
Que eres linda, lo sabemos, Que eres rica, es cosa clara, de muchacha, muien puede Negarle la circunstancia?
Pero enando con exceso, Aurelia mia, te alabas, Dejas de ser linda, dejas De ser rica y ser muchacha.
Gil, que debe don Ventura Cierto pico nada escaso, Siempre que le encuentra al paso Se abraza él con ternura, le añade el tal manebo, Afeetando buena fe. Nunca, nunca pagare Lo mucho que usted le debo!
los primeros pasos en la carrera de la vida son siempre dificiles Noto que aquí, especialmente en el periodismo, emplean mal el Gerundio: Real orden concediendo, Ley disponiendo. Sin duda, me contestaba él; pero eso tiene ya por lo menos dos siglos de uso. Rufino Cuervo considera eso como un galicismo imperdonable. propósito de Rufino. Lapuya tiene escrita una crítica la clasificación verbal de Andrés Bello.
En otra ocasión. Asistió ya Ud. la representación de Los Galeotes, me preguntó una noche. Pienso ir mañana. Verá Ud. una comedia de pura cepa española.
Un día en que hablábamos sobre el Museo del Prado, me hizo una indicación interesante.
Vaya Ud. me dijo, la Academia de San Fernando y verá allá las majas de Goya y fíjese Ud. en los cuadros que hay allí de Murillo y notará 603

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