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volucionarios como lo fué él, no aprecian sus obras dramáticas, pero todos en España lo admiran y respetan por sus múltiples dotes intelectuales. él, Saavedra y Cortázar se debe el que en el Diccionario aparezcan hoy muchas palabras que la ciencia moderna impone y que la Academia acepta por la autoridad científica de los que las indican.
Lo que dijo hace poco al blasfemo (2) Morote, respecto al socialismo, y la alusión entusiasta que hizo al estudio de Taine sobre el jacobinismo, indican que en el revolucionario de antaño se ba operado algún cambio en ideas, debido sin duda al curso de los años, las enseñanzas de la historia y más que todo, la capacidad de entendimiento tan grande y robusto como el del Sr. Echegaray, MANUEL DEL PALACIO Con él salí del recinto de la Academia la primera vez que asistí sus sesiones. Hablamos de literatura, refirióme el algo de su vida diplomática en Sur América. Lo oí recitar unos sonetos en un banquete, sonetos admirables y que es lástima que no puedan publicarse por su carácter íntimo. Lo ci hablar de pintura y de pintores españoles. Es un hombre grueso, ancho de espaldas, como buen catalán, anecdótico, agradable. Muerto Núñez de Arce, queda Manuel con el cetro, por derecho propio; y EDUARDO BENOT Viejecito amable, y uno de los pocos sabios que en España han sido, como decía el Madrid Cómico; y Eugenio Sellés, modesto, pequeño de cuerpo pero grande de espíritu, y el sabio y simpático Padre Mir, y Paco Silvela de quien hablaré después, y Comelerán, y el Duque de Rivas y el gran Pérez Galdós y tantos otros monárquicos, republicanos, católicos, libre pensadores, en consorcio patriótico, solvidados de combates y de triunfos, de su propio poder, de que depende el destino de la nación y de su propia fama, que saliendo de España, se extiende por Europa y por Amériea, convierten todo su entendimiento y todo su saber fijar en sosegada y noble discusión el valor de un vocablo, soldar sincelar un tiempo un eslabón más de la magnifica cadena de oro de nuestra lengua patria.
Medellin, Junio de 1904.
EDUARDO ZULETA (2) Epiteto de El Siglo Futuro, Al rededor del mundo Un teatro fatal Con motivo de los recientes accidentes producidos por el fuego en los coliseos americanos y europeos, se ha recordado que todos los teatros que en el mundo civilizado existen es el de Milán, el de más mala suerte; pues en menos de cinco años ha tenido de veinte veintidós alarmas, en las cuales se ha perdido algo considerable. Despnés del teatro que mencionamos el que más ha sufrido es el de Amberes, que ha tenido hasta dieciocho accidentes en el mismo término de tiempo.
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