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contornos impidiendo el acceso sus orillas. Es difícil determinar la exten.
sión de esa pequeña laguna causa de la gran cantidad de vapores sulfurosos que continuamente se escapan y que además de producir natural sofocación en el observador que se acerca, le impiden ver con claridad los bordes de la otra orilla.
El origen de esta laguna debemos atribuirlo una obstrucción parcial de la chimenea del cráter por medio de sustancias lodosas producto en parte de la erosión, y en parte de la descomposición de las rocas bajo el influjo de los gases, y del ácido sulfúrico. Luego las aguas provenientes de manantiales termales se han encargado de llenar la hoya. Debemos suponer una temperatura diferente por lo menos una intermitencia en los surtidores que mantienen la laguna. Es la única explicación que ha podido satisfacer nuestra curiosidad per saber la causa de las diferentes temperaturas con que se nos presenta en las distintas épocas observadas. No obstante que esas observaciones son hoy escasas para poder inducir algo seguro, ellas permiten suponer que la temperntura de las aguas alcanza su má.
ximun en tiempos de mayor recrudescencia volcánica. Así por ejemplo, en los años 1888 y 1859 ella alcanzó un máximun de 61 Erupcion del volen en su segunda fase grados según el señor Pittier. La anotada por mí en agosto del presente año no dió más de 42 centígrados.
Con respecto a la composición elemental de las aguas, el señor Tristán que ha hecho un análisis químico de ellas, me comunica lo siguiente: El agua de la laguna del Poás contiene una fuerte proporción de ácido sulfúrico y de ácido sulfuroso. El ácido sulfúrico ataca las rocas y las descompone parcialinente formando abundantes cantidades de yeso que quedan mezeladas con los silicatos y otros productos. En las grietas próximas la laguna, se forman depósitos que contienen produetos de las rocas descompuestas. Se encuentra además arenit, en la que predominan granitos completamente este ricos de azufre.
Tal es el aspecto que nos da el cráter en sus horas de reposo. Pero el observador paciente puede ver desarrollarse a su vista y aún reproducirse en un mismo día, un fenómeno de la mayor importancia: el de las erupcio629

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