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General Santiago de la Guardia Por la prensa de esta capital se han conocido hace pocos días los últimos acontecimientos de nuestra hermana la joven República de Panamá y el papel importantísimo que en ellos ha desempeñado el señor de la Guardia, Presidente del Consejo de Ministros y Secretario de Estado en los Despachos de Guerra y Marina de aquel país.
Por demás está, pues, el ocuparnos de dichos acontecimientos. Pero como quiera que dados el cariño que el General de la Guardia profesa Costa Rica y el afecto con que le distingue nuestra sociedad, nos es grato felicitarlo cariñosamente desde las modestas columnas de nuestra Revista por el merecido y elevado puesto que ocupa en nuestra vecina del sur.
La permanencia del General de la Guardia en aquel Gobierno es prenda segura de las cordiales relaciones que deben existir entre Panamá y Costa Rica, y por ello nos congratulamos.
Paginas Ilustradas se honra por segunda vez publicando el retrato de este distinguido General Santiago de la Guardia caballero, y aprovecha la oportunidad para presentar un atento saludo de despedida la honorable familia de la Guardia, que salió ayer con dirección Panami, después de haber permanecido mucho tiem.
po en esta capital.
Recolección de helechos Siempre que hacemos in pasco, cualquier parte que sea. nos sentimos naturalmente inclinados a recoger alguna cosa que nos recuerde aquellos ratos de expansión y entretenimiento. Cuando recorremos las orillas del mar, lo primero que nos ocurre es juntar conchitas y caracoles, para que los niños las conserven. y si ellos mismos van en nuestra compairía se llenan menudo las manos con cuantos pequeños objetos se hallan espareidos por la playa. Casi todos los viajeros devan siempre consigo una cannara fotogrática para tomar vistas de aquellos edificios y paisajes que más les llaman la atención. En muchas ciudades de Europa y los Estados Unidos hay cucharas de recuerdo que representan en alguna forma 1111 carácter especial del pueblo, el monumento más culminante que se tiene: esas cucharas son objeto de colecciones para las señoras que siajan. Los diplomáticos conservan. por regla general, en sus casas, ma máscara 696

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