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EL PÁJARO DE LA NIEVE El cuadrito que publica hoy esta Revista representa una pareja, macho y hembra, de la especie conocida con el nombre de Acanthis linaria rostrata, que vive en la región Septentrional de ambos hemisferios. Estos pajaritos no necesitan emigrar hacia el Sur, durante la época de los grandes fríos, como lo hacen otras muchas aves, porque ellos se alimentan con las semillas de los abedules, que pueden obtener en el Norte, aún en los inviernos más rigurosos; cuando caen las primeras nevadas, lejos de entristecerse, parecen satisfechos y cantan la Naturaleza por haberles permitido el placer de gozar las temperaturas extremas del globo.
En sus costumbres se parece mucho nuestro Comemaiz: anida en las plantas y arbustos pequeños, de uno a dos metros de altura; fabricando su lecho muy abrigado, con muzgo, pajitas secas y crines de animales, que facilmente puede obtener las entradas del verano; pone cineo huevecitos, de fondo blanco azulado, con manchas de color moreno claro, y que miden 16 milimetros de largo por 13 de grueso. Comienza la construcción de su nido inediados de Mayo y en esa labor emplea dos semanas, durante el mes de Junio se ocupa en empollar, y ya principios de Julio emprende el vuelo la familia toda, manteniéndose siempre reunidos durante algún tiempo, mientras los pichones se adiestran en buscar por sí solos el sustento, que en la primera edad se compone casi exclusivamente de pequeños insectos. En esta época de la reproducción se muestra este pajarito más animado, ágil inquieto; en el suelo salta de un lado otro con destreza, y al volar lo hace con rapidez, de árbol en árbol, siendo por otra parte sumamente manso y confiado cuando no tiene sobre sí la grave responsabilidad de velar por la conservación de sus hijos. Su tamaño es de catorce centímetros de largo, por término medio, medidos desde la punta del pico la extremidad de la cola; su color varía con las estaciones, pudiendo decirse que tiene trajes especiales para cada una de ellas, sobre todo, sus plumajes de invierno y de verano son notablemente distintos. En nuestros pájaros jamás se notan estos cambios de plumaje, por que en los trópicos se disfruta de una primavera perpetua, y los mismos vestidos pueden usarse durante todo el año.
No es ésta, pues, una especie de la avifauna costarriqueña, pero se parece tanto a algunos de nuestros fringilidos, cuya familia pertenece, que si prescindiéramos de las notas aquí consignadas, bien podría ponerse al pie del grabado el nombre de un pájaro nacional. Esto no podría segura.
mente hacerse tratándose de la acuarela misma, donde aparece el colorido, magistralmente dado por el Profesor Ridgway, con sus tintes de sepia y de carmín, alternando en matices admirables. ALFARO DOS AÑOS 11 AN Generes, Que dejas?
Por prometidos placeres, Ilondas qnejas! te Tis como otros anos, Dejan tome desenganos!
Adios!
Yo vos de mi estrella en pos!
Nuevas profilaces De init bienes Pero yo etis de otros anos No econo engaios De mestrella voy a Dios! ECHEVERIA 729
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