Guardar

rase tad de vencer apatías y reunir voluntades, ni nada, en fin, que fuera obstáculo la victoria de su pensamiento, encaminado, con rectitud, desinterés y patriotismo ejemplares, unir la madre España con aquellas hijas emancipadas y gloriosas que, desde las lejanías de otros horizontes, la contemplaban con recelo y acaso con enojo, temiendo que el odio por la separación perduen su alma, cuando el alma española no sabe más que amar, porque parece que Dios la formó para ejemplo de todas las ternuras y todos los olvidos.
Cancio Villaamil, Cervera, Pando y Valle, Balbín de Unquera, Pidal, Moret. cuántos hombres insignes se juntaron para contribuir levantar aquel edificio que debía ser gigantesco, y que, siéndolo ya, progresará todavía para unir para siempre aquellos gloriosos pedazos de nuestra nacionalidad con esta pobre tierra desmedrada y desfallecida, pero anhelosa siempre de que sus idealismos la lleven no reconquistar imposibles, sino federaciones provechosas; no cosechar laureles guerreros, que ya no crecerán para nosotros en aquellas tierras, sino coronas de triunfo donde fulguren con esplendores de aurora las ventajas del trabajo, las maravillas de la industria, las apacibles contiendas del comercio y los sublimes centelleos del genio, que convierte la noche en día, la palabra, que antes volaba, en permanente acariciadora de nuestros oídos, el sol en esclavo de nuestra voluntad y de nuestros ojos, y los mismos mares en gotas de rocío que salva la nave que vuela y el telégrafo que conduce, no por misteriosos hilos, sino por más misteriosas ondulaciones del aire, el saludo de amor y de fraternidad del corazón de Portugal y de España las espléndidas playas donde Colón, Cortés, Pizarro, Magallanes y Vasco de Gama impusieron la cruz de nuestras creencias y las armonías de nuestro idioma!
Así pensaron y dijeron los oradores de aquella inolvidable sesión inaugural de la Unión Ibero Americana el 22 de Marzo de 1885; allí, en el Paraninfo de la Universidad Central, como indicando que del Centro de la Ciencia habían de difundirse las nuevas doctrinas y las nuevas aspiraciones, Gobantes, Ossío, el ilustre doctor venezolano, a Concepción Oliván, poetisa notable, Juan Menéndez Pidal, siempre inspirado y más en aquella ocasión, donde obtuvo envidiable triunfo leyendo unas quintillas magistrales, Balbín de Unquera, el famoso bibliógrafo y erudito, Holguín, Ministro de Colombia, y Moret y Prendergast, entusiasta Presidente del Consejo de Gobierno de la Sociedad y hombre público eminente, y yo mismo, con una oda endeble, pero llena de fe en el porvenir y de cariño por el presente, hicimos que se inaugurase una era nueva entre españoles, portugueses y americanos, en la cual, bajo los auspicios de los Reyes Luis y Alfonso XII, habían de firmarse tratados de propiedad literaria industrial y de comercio, para que los que debían ser y son en realidad hermanos no se encontrasen extranjeros en la tierra de sus mayores en la tierra de los emancipados hijos de aquéllos.
Hubo más tarde otra sesión admirable; allí descolló, como en todas partes, el inmortal Cánovas del Castillo; allí habló del idioma, diciendo de él que era el alma exteriorizada; allí Riva Palacio, el doctor Híjar y tantos otros americanos ilustres afirmaron la unión de las almas para conseguir la realidad de las ilusiones que ya van alcanzando su fruto; y, para ser corona de aquellos trabajos iniciales, el agregio doctor Zaldívar, el diplomático más hábil y el hombre más bueno de América, vino Madrid, recibido con honores de soberano por el soberano de España y no olvidó jamás, como no lo olvidan sus amigos y compañeros los Sres. Machain, Peralta, insigne diplomático, Zorrilla. sada y algunos otros, que los horizontes del nuevo siglo son más dilatados, inas libres y más encantadores que los de los siglos pasados, en que nos desunieron la fatalidad, el rencor y la desconfianza para hacer más dulce, sin duda, el abrazo que se dieron en los días que recuerdo, 758 americanos, todos y en idénticas y. No ond pero ¿qué is Portu las espumas escudo de los rayos de mares de és hasta que lo en todas las hay colores hay en toda lles de su: Ondas de su oleajes de sus héroes, res, surcos ciones de sus leyenda de que se que la semi!
ta en robus gullo de qu fación de Parecía insi nadie, mu que arraiga luntad lo pi cerca, con lo que nace que se prop que se defie garra, las vence las los corazone misteriosa congregan, la humanida que la rege la fortifica y el progres una familia nunca 24 Cada u por blanco, que. Mis ver mos de los pod. El pod amor es una en Si tiene tudes y tu sebe Encuer las espinas que

    Spain
    Notas

    Este documento no posee notas.