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Nos pa examen pueblo, éste se encuentra sometido un brazo armado que corta, sin una inteligencia que lo dirija! como el parrandero Peñaranda y Ruiz se apercibiera de que los examinadores estaban calificando su con tres sobresalientes, disimuló su alegría con el siguiente agregado, que hizo reír más de uno de los presentes: Hay una clase de conductores de hombres, que yo denomino «hombres de pinzas» y el vulgo llama polizontes.
Pero de esos no se preocupa la ciencia de las Humanidades.
y estando prolongado procedía. contestó, es nos pusimos gruñidos son aquello era GUILLERMO II Entre todos los soberanos europeos, el más tenaz trabajador es el Emperador de Alemania. Ni el Rey Eduardo puede competir con él. En su palacio imperial de Berlín, menudo ha arreglado toda su correspondencia ma.
tinal antes de que el turista inglés haya pensado en levantarse. qué correspondencia! Se ha calculado que Guillermo II ha escrito el año pasado, él, por medio de sus Secretarios, no menos de 7, 500 cartas, lo que da un promedio, sin excluir los domingos, de más de veinticuatro cartas diarias durante todo el año.
Nada escapa la mirada de Aguila del Kaiser si es de interés para Alemania.
El estudio del Emperador está arreglado para trabajar, no para perder el tiempo.
El amueblado es de baqueta, las paredes de un matiz verde aceituna, las pinturas son pocas y en marcos obscuros, Guillermo II es muy partidario de la máquina de escribir, y tanto él como sus Secretarios la usan mucho.
Lo que más llama la atención cuando se penetra en el despacho del Kaiser, es el orden metódico que reina en él. Se ven alrededor de la habitación, mesas llenas de papeles y folletos; pero cada una de ellas está dedicada un asunto especial.
Para las cuestiones internas, hay una; para las del ejército, otra; para la marina, otra; para los asuntos personales, otra; y así las demás.
El Emperador puede tomar el papel documento que necesita, sin necesidad de molestar su Secretario.
Este maravilloso Monarca es enérgico en todas sus cosas. Cuando está dictando las cartas contestaciones su Secretario, se pasea por la pieza con paso ligero y sus frases brotan agudas y cortas. Es lector constante y rápido, y los diarios los recorre todos los días con su mirada escrutadora.
Además, hay un empleado especial que se encarga de recortar todo aquello que puede interesarle, y estos recortes se pegan en grandes libros blancos, para que Su Majestad los examine. Después se guardan catalogados.
Fot. Rudin El riac profundidad, tigre se había riachuelo, un otro, clavar de ejercicio.
cerca, y am sombras.
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