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(Tradi На veo, Ud En la región de Santa Clara vive orillas de los ríos, en lugares descubiertos, se baña en las pozas y seca al aire sus plumas, volviendo la rama que le sirve de soporte; por semanas enteras se le puede observar en un mismo paraje, cazando al vuelo los insectos, bien volando con suavidad y confianza de una rama otra, sin alejarse nunca del sitio predilecto. veces levanta con gracia la cabeza, como lo hacen las palomas, para darse mejor cuenta del peligro próximo. Se le encuentra casi siempre en pares, macho y hembra, lo mismo en las costas que en el interior del país.
La época del celo comienza con la estación lluviosa. Un nido colectado por mí en la zona atlántica, orillas del río Molino, el 30 de Abril de 1896, estaba fabricado con delicadas fibras de pasto seco, al extremo de un tronco vertical, tres metros sobre la superficia del agua; era de forma esférica, de veinte centímetros de diámetro, con un agujero de entrada al coslado, que conducía al centro de la bola, donde estaban colocados los huevos. Estos eran tres, de forma ordinaria, un poco alargados, de 234 milímetros de largo por 17 de grueso el uno, y los otros dos de 25 por 16 milí.
metros; dibujados sobre fondo de crema rosado, con manchas castañas irregulares. El término medio tomado por el Capitán Bendire en las colecciones del Museo Nacional de Washington (1) es de 23 por 164 milímetros, medidas que corresponden un ejemplar colectado en Costa Rica por Mr. Geo.
Cherrie, el 30 de Junio de 1890. 1) Life Histories of North American Birds. 1895, pág. 256.
TINTA PLOMO La calma! que la quieran los cobardes, los inermes, los tontos, los pequeños, los débiles, los parias, los idiotas, las mujeres, los niños, los enfermos!
tales ca esas su tásticos doctrin: en otro Sostien que en diversa profund práctica todos lo razón sueño.
El ternida crata tener pc ser vero ya una quito di puede diferenc hombre No, tos, má: de riqu mados forman pueblo to es as ligencia nes exti como lo cualquie que inte al ciadame Ya se h: bro mis luz, la D mi prim mí la tempestad! Los odios todos.
El rayo aterrador, el hado adverso!
Me encanta el oceáno cuando ruge y me entusiasmo con la voz del trueno! mí la tempestad! El infortunio, las formas todas del peligro fiero, el bandido a la vera del camino, la puñalada en la mitad del pecho!
Soy un león: mi escudo es el coraje.
Soy un tigre: la lucha es mi elemento.
Mis armas? El revólver la pluma.
Con cualesquiera de las dos peleo!
La calma! Que la quieran los esclavos, los sin pudor, los bajos, los abyetos, los que tiemblan de espanto ante el peligro, los brutos, los imbéciles, los necios!
La calma! Que la quieran los indignos, que la quieran los tisicos, los viejos, los villanos, los einicos, los torpes, los que celebran pacto con el miedo!
Gagúa, 1984 RAFAEL JIMENEZ En las estaciones de los ferrocarriles del Estado de Connecticut y otros, se expenden «billetes de muertos» para el transporte de los difuntos.
Estos deben llevar billetes iguales los que compran los pasajeros vivos y en unos y otros se lee lo siguiente. Este garantiza al portador un pasaje de clase de ida de vuelta.
cuerpo de doloi 804

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