Pres tam tituy ción enfe hace la er Gpisodios históricos Tres frases dignas de tres hombres célebres El 19 de junio de 1867, después del toque de diana, los clarines del ejército republicano de México que las órdenes del General Escobedo ocupaba Querétaro, aturdian al vecindario, ordenando la concentración de todas las fuerzas la plaza, con el objeto de dar cumplimiento a la orden general de la víspera, que prevenia que el ejército todo estuviese presente la ejecución de los tres ilustres prisioneros del ex convento de Capuchinos.
Maximiliano que era el primero que se había levantado, se dirigió Miramón, preguntándole. Qué significan esos toques. mi General. No lo sé. Majestad, contestó sonriendo el interpelado; es la primera vez que me van fusilar.
Pocos momentos antes de marchar al patibulo, el Emperador propuso sus compañeros dejar escrita por cada cual una sentencia, como expresión de su último pensamiento.
Las de Maximiliano y Miramon eran como correspondían un Archiduque de Austria y un Embajador en Berlín. Mejía, gran corazón, talento inculto, indio de raza pura, dejó trazadas estas palabras. Al que muere por su Dios y por su patria, ni la muerte lo sant se de salve dore disci taric la ji mata.
Llegados al lugar del suplicio y formado el cuadro que debía fusilarlos, Maximiliano, que se hallaba colocado entre los dos Generales, hizo parar en el centro Miramón, y ocupando la derecha de éste, le dijo con serenidad. Mi General, el puesto de honor corresponde los valientes.
Siguióse una triple descarga de fusilería, que puso fin al triste drama del segundo imperio mexicano en el Cerro de las Campanas.
sea bien intir las a ser que inesi pira tud; grati pror que Nac duos mor infel tado pose non gust para Las selvas más ricas del mundo Ni los desfiladeros de los Andes, allá en los terrenos próximos al Marañón, ni cuanto dicen las crónicas ni descripciones de las selvas del Brasil y de Venezuela, en las frondas soberbias del Amazonas y el Orinoco, pueden compararse en riquezas de maderas preciosas (caoba y cedro) las inagotables selvas, labor de inconу tables siglos, que han existido como fabulosa riqueza regional en Tabasco, los límites de Chiapas con Guatemala y el Estado mexicano de Campeche.
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