Un riñón por el corsé Cuando Desnuda Recogid El sonro ¡Si viera Las fiore Las bris las ay Donde Las rizal Que al En los Y derrar El néeta rinen El tercio la famosa cantante francesa Ivette Guilbert ha habido necesidad de extirparle un riñón. Il faut souffrir pour être belle. Es decir, hay que sufrir para ser hermosa.
Así decía la graciosa cantante al explicar que cogió la enfermedad por haber usado durante varios años corsé que la oprimía demasiado. añade. Cuando empecé mi carrera descubrí que mi principal defecto físico era estar demasiado delgada. Estudié la manera de convertir en gracia aquel defecto, y comprendí que todo era cuestión de corsés. Gastándolos muy estrechos por la cintura y apretándolos mucho, me resultaban el busto y las caderas más grandes y me hacían un cuerpo precioso.
Apreté, sí, apreté todo cuanto pude. No ataba las cintas los pies de la cama, como cuentan que hacían nuestras abuelas; pero tiraba con todas mis fuerzas, y las tengo regulares. Los resultados han sido varios ataques de nefritis, y, por último, la necesidad de que me extranjeran un riñón que había enfermado. volverá usted gastar corsés? le preguntaron. Naturalmente que sí; quizá no tan apretados como antes, cuando tenía que aguantar dolores agudos, por lo menos molestias insoportables durante horas enteras. Pero cómo me voy resignar parecer un saco atado por la mitad. Lo que me ha sucedido servirá de aviso muy pocas mujeres; ya ve usted, mí misma no me escarmienta. No puede darse nada más femenino que esta contestación.
Tarjeta Postal El corsé impera imperará.
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El Oriente, es Tanto éste son, sin en marcha sin que los téc El en cambio, 1891, es de EI SI los antiguo sólo puedei y su march De Oriente, no cuanto esta Los caracoles además de ser comestibles, poseen un delicado sentido musical. Colocando un caracol sobre una lámina de vidrio, produce sonidos musicales, bien que, como es de suponer, sumamente tenues.
EL BIEN EL MAL.
El bien y el mal se hallan el uno cerca del otro en el alma del hombre.
Si el segundo vence al primero por falta de educación, cae el hombre más bajo de sí mismo. PLATÓN.
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