En Casa de Hugo LA «Siento en mí, nos dijo Victor Hugo, toda una vida futura; soy como la selva que ha sido varias veces abatida; los nuevos retoños son cada vez más fuertes y vivaces. Subo, subo, subo hacia lo infinito. Todo irradia sobre La educ: mi frente; la tierra me da su savia generosa, pero el cielo me ilumina con el blema más gr reflejo de los mundos entrevistos. Decís que el alma no es más que la expresión de las fuerzas corpóreas. Por qué, entonces, es más luminosa mi alma ahora de vigilar la a que las fuerzas corporales que camino. No e están punto de abandonarme de violencia El invierno está sobre mi cabeza, harto de repo la primavera eterna está en mi alresa lo que ma; respiro, en este momento, las lilas, las violetas y las rosas, como de misterios los veinte años. Cuando más me en él, y le coi acerco al fin, mejor escucho, mi Hay que alrededor las inmortales sinfonías de los muertos que me llaman.
Algunos imag Es maravilloso y es sencillo, es En realidad un cuento de hadas, pero es una las cuestiones historia. Hace medio siglo que es resueltas por cribo mi pensamiento en prosa y en verso; historia filosofía, drama, un orden de novela, leyenda, sátira, oda, canbien y el mal ción, todo lo he intentado, pero les contestac siento que no he dicho más que Yo me al la milésima parte de lo que está ción de la inf en mí. Cuando me acueste en la mismo. Cuar tumba, podré decir como tantos dio más segu otros. He concluido mi jornada!
Pero no diré: He concluido mi vi.
Así se lle da. Mi jornada volverá empezar conformarse al día siguiente por la mañana. Perfecciónate La tumba no es un callejón, es práctico para Fot. Paynter Bros una avenida; se cierra sobre el corazones.
Don Leonidas Briceño, crepúsculo, se abre sobre la auroNombrado recientemente secretario de la Legación ra. Si no pierdo un momento es porque amo este mundo como una patria, porque la verdad me atormenta como atormentó Voltaire, ese dios humano. Mi obra no es más que un comienzo, mi monumento apenas ha salido de la tierra: quisiera verle subir, subir más, subir siempre.
Escuchadme: El hombre no es más que un ejemplar infinitamente pequeño de Dios, la edición en 32º del infolio gigantesco, pero es el mismo li Si el ma bro. Gloria inaudita para el hombre! Yo, hombre, soy una partícula invisi mar sus olas ble, una gota del océano, un grano de arena de la playa. Pequeño como soy me siento Dios, porque yo también acelero el caos que está en mí; hago Il sus sombras, bros. quiero decir ensueños que son mundos. Oh! hablo sin orgullo, pues nube se enco no tengo más vanidad que la hormiga que edifica Babilonias; no más vanimansos, y el dades que el más pequeño de los pájaros en el himno universal. No soy varan contra nada, pero dejadme vivir todas mis existencias futuras, dejadme continuar mi obra empezada, dejadme trepar de siglo en siglo todas las rocas, todos los todos quisi peligros, todos los amores, todas las pasiones, todas las angustias. quién te, y no habr os dice que un día, después de mil y mil ascensiones, no habré, como todos sino materia los hombres de buena voluntad, conquistado un puesto de ministro, en el garradas, un supremo consejo de ese adorable tirano que se llama Dios? HOUSSAYE de Costa Rica ante el Gobierno de Panamá