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Enno tal de que se «la raza del trigo, la raza del maíz y la raza del arroz. Afirma, además, que la superioridad de una raza consiste en ser eminentemente progresista, y estas razas son las que favorecen sin cesar la evolución que necesariamente las mejora desde el punto de vista material, intelectual y moral: en tanto que al de México las razas conservadoras experimentan en su organismo una especie de minecolaboradores ralización que las inclina hacia la inmutabilidad y pasivismo de las rocas. ieros que he. El trigo, dice el señor Bulnes, fundó la única raza progresista que uno de ellos en la humanidad existe, creando los pueblos más vigorosos del mundo: el cuela Mexica. Egipto, la India védica, los Imperios asirios, persa, macedonio y musule lustrucción mán, modernos. El maíz fundó en América dos imperios: el azteca y el un juicioso inca, en apariencia Alimento y la poderosos; pero débi2 con nuestra les al grado de caer para siempre vencidos por insignificanccionado con tes gavillas de bandoleros españoles. El arroz fundó dos tenebrosos imperios netamente conservadores y en extremo débiles: la India brahamánica y la China. Las razas que se alimentan exclusivamente de maíz y de arros, son casi desfosforadas, lo que explica su falta de potencia mental y su asHACIENDA LUISA pecto soñoliento, embrutecido, profundamente conservador como el de las montañas y eminentemente melancólico como el de los cementerios. Agradecemos al Magisterio Nacional la primera visita que nos hace, y que ojalá no sea la última que recibimos de tan importante colega. De La Quincena)
Fot. Rudd inte a ta viaindigestionos, y por iciales la logo, pensale las Naciola obra ya minucioso hechos hisalor, que la mentación: ESCUCHA Cuando oculta en el lecho y pensativa, Madre del alma mia; Envuelta en el silencio, Hay alguien que me adora, y te confieso. por celestes ángeles guardada ¿Qué puedo ti ocultarte?
Baja tus ojos pudoroso el sueño, Que ingrata (6 fragil) su amor me siento.
No sientes como un hálito divino Tú que no me abandonas y eres sola Que se mezcla tu aliento?
De quien debo acatar siempre el consejo, Es el alma dichosa de tu madre Inspírame en mis dudas; Que desciende purísima del cielo.
Díme por Dios, lo que decirle debo. Esta noche procura Aqui mi humilde nombre No rendirte Morfeo, Revélale en secreto. la oración que rezas terminada, Mañana me dirás el resultado.
Di con fervor asi en tu pensamiento: Te adoro, y nada de tu madre temo! OBEBO

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