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P obscuras. Cuántas tinieblas en los corazones, que serían iluminados quizá con un poco de justicia y de compasión humanas! luego prosiguió. Quieres dormir ahora? Mañana saldrás.
Cierta desconfianza brilló en la mirada de Preager. Si Ud. quisiera dejarme salir ahora, mejor. Quieres dinero. Toma! le dió dos monedas de plata. El desgraciado quedó tan confuso, que no pudo dar las gracias.
El doctor le acompañó hasta la puerta y le dejó salir.
El vagabundo tenía un aspecto lamentable con su mano algodonada y su espada encorvada.
Black silencioso y grave le contemplaba. El doctor dijo, acariciando la cabeza del perro, sencillamente como amigo. Otra vez llama la puerta. Ya conoces ahora el buen camino.
Año II DIR RICARDO CAPPEMBERG Fot. Rudd Vista en Río Banano UN EMPLEOMANIACO Habrá dijo un mozo aquí colocación para mí? lo cual el encargado, con su natural agrado, contestó: creo que sí. Te gusta de jardinero? el mozo le replicó. Qué. Dejar dinero yo?
Colocarme es lo que quiero, mas dejar dinero, no.
Imprenta, Encuadernación y Fábrica de Sellos de Hule de María de Lines San Jo:

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