ENERO Aventuras de un sabio alemán liana, pobre vomiNos figuramos los sabios alemanes viviendo en un mundo completamente aparte alejados del bullicio y entregados sus científicos experimentos. Claro es que muchas veces nuestra sospecha es atinada, pero 110 solo de ciencia viven los sabios alemanes, y el ejemplo que acaba de ofrecer estos días Rachid ante los tribunales de Munich, demuestra que se puede ser sabio y enamorado.
El asunto es objeto de grandes comentarios, y de la Prensa grande ha pasado a la ilustrada en forma de viñetas intencionadas y sazonado con chistes de subido color, Figúrense ustedes que el sabio doctor Rachid se fijó un día de pronto en que estaba solo, y decidió casarse, pues él puede ser muy sabio y errarla. se casó con una joven sajona, la señorita de Hantz.
Los primeros meses el «couple matrimonial gozó las dulzuras del amor; pero el sabio Rachid, cansado, sin duda, de su mujer, abandonó la isla de Helgoland, donde residía, y se trasladó Constantinopla sin decir su adorada mitad una palabra. Qué hace un sabio en Constantinopla?
Enterado de que los turcos se casan cuantas veces quieren, y pueden acaparar un determinado número de mujeres, el sabio Rachid se hizo turco. en esto sí que demostró no ser ningún rana el apreciable sabio.
Calderong Rachid abrazó la religión Costa Rica musulmana y obediente a las prescripciones del Corán repudió Gino Vannutelli, su primera mujer que, ausente y abandonada, lloraba la deserPrimer tenor dramático ción del amante esposo.
Encantado de las costumbres turcas, el réprobo sabio dispúsose obedecer las susodichas prescripciones del Corán, en lo que al amor se refiere, y cuando juzgó que ya debía sentar la cabeza, Rachid se enamoró de una escritora, Mad. Helena Boehlan, y se casó con ella. El sabio volvió errarla.
El matrimonio, celebrado en Constantinopla, vivió en la capital de Turquía durante algún tiempo y, por último, se traslado Munich, donde Rachid y su mujer fijaron definitivamente su residencia.
1e eslio es ervo.
923