Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Lorbe mayor en el medio acia de una habitantes retro cúbico amero de los es semanas Plateaux, usión semerosa (6, 201 o menos, altitudes servaron un influencia de la atmósfera enrarecida. El aumento era seguido de una disminución cuando el niño volvía a una altitud inferior; pero, aún en este caso, el número de los glóbulos rojos quedaba superior lo que era antes de la residencia en las montañas. Estos hechos fueron confirmados por las investigaciones de Mercier, Von Jaruntowsky y Schroder.
Se ha podido medir el aumento del consumo de oxígeno correspondiente al aumento del número de los glóbulos rojos. Según Schumberg y Zuntz, el hombre que reside una altitud de 12, 467 piés consume 33 oſo más oxígeno que al nivel del mar. El aumento no es instantáneo.
Coindet averiguó que los extranjeros que habían llegado recientemente sobre la alta meseta mejicana inspiraban 5, litros por minuto, mientras que los que ya contaban un período mayor de residencia en los mismos lugares absorbían cerca de 6, litros.
Por otra parte, mientras la adaptación se efectúa fácil y regularmente en condiciones ordinarias, en personas exentas de enfermedades, muchas observaciones en sanatoriums situados altitudes grandes han mostrado que en ciertos casos (senilidad, varias enfermedades orgánicas del corazón) el organismo no se adapta al nuevo medio y que en otros casos. anemia, neurastenia. la adaptación se produce solamente una altitud moderada y cuando la temperatura permite mucho ejercicio afuera sin transpiración. Una conclusión que se saca naturalmente de estos hechos es que los clima de las altas mesetas esparcidas en las regiones tropicales no gozan siempre de propiedades terapéuticas comparables.
Todos permiten la vida afuera en cualquier estación del año y, exceptuados los de las mesetas muy elevadas, todos quedan exentos de los cambios repentinos y considerables de temperatura que son tan perjudiciales los tísicos en la zona templada. Sin embargo, y sobre todo en el caso de personas debilitadas, el valor terapéutico de tales regiones depende principalmente del grado de enfriamiento determinado por la altitud, la vertiente, el viento reinante y la proximidad de la mar. El clima de las mesetas muy elevadas no conviene la mayoría de los enfermos. Si, una altura moderada. entre 3, 000 y 5, 000 piés) la temperatura es bastante baja para que el ejercicio físico sea un placer, el clima es ciertamente tónico. Pero si el termómetro llega diariamente unos 80 Fahrenheit, los resultados de un ejercicio moderado serán casi siempre una aceleración considerable de las pulsaciones cardiacas, la aparición del sudor y una sensación de cansancio. En tales condiciones la hematosa y la genesis de los corpúsculos rojos se hacen con dificultad. Ejercicio tomado en circunstancias tales que el organismo sufra por el calor nunca fortalece mucho, pero en una atmósfera rarefiada es un mal cuyos efectos son tanto más temibles cuanto mayor es la altitud la cual se manifiesta.
Es principalmente bajo este punto de vista que el clima de las regiones altas de la América Central es preferible al de la parte más ancha de la meseta que se extiende entre Guatemala y California y que comprende las tierras elevadas de Méjico. En Costa Rica, la altitud de 4, 000 piés, la temperatura mediana anual es de 67 Fahrenheit, siendo y de 78º la de la costa del mar. Estas cifras muestran una disminución mediana de 2, Fahr. por cada 1, 000 piés de altitud. Sobre la meseta Licieron la ente 2, 300 n, Korresrolongado naturaleza ñas deterdesapareda bajo la 933
Este documento no posee notas.