Un problema y una solución SUGE Para Priginas Ilustradas La sociedad empieza ver claro, le preocupa el porvenir de la mujer. Nos referimos a la mujer costarricense.
En medio de esta pirotecnia de teorías y de este caos de sublimes absurdos, se destaca entre nubes de incertidumbre, entre lobregueces de porvenir, la figura de la mujer costarricense. Su futuro? Al! preguntad cualquier padre de familia qué va a ser de su hija y lo vereis abriendo los ojos tan grandes como estrecha lia sido su mirada intelectual para prevenir, el desastre. Está en el colegio, os responderá, y tal vez será maestra. Muy bien, señor, pero ¿se le ocurre Ud. que todas las niñas costarricenses que se educan se dedicarán al magisterio? No lia caído en cuenta de que las tres cuartas partes de las señoritas que pasan por los colegios no seráu maestras? Convengamos en que lia descuidado ese puntito de su interés privado. El porvenir de esas tres cuartas partes de las niñas salidas de colegio en Costa Rica, es el matrimonio. Una lotería!
Convengamos de nuevo en que no hay nada más oscuro que el porvenir de la mujer en Costa Rica. Será que no pueden aspirar más? Alto ahí: se nos permitirá ser todo lo inmodestos que se puede ser cuando se siente entusiasmo por la causa que se defiende. Conocemos lo que pueden nuestras compatriotas en el estudio y de sus condiciones domésticas más de una vez se lian ocupado personas más autorizadas que nosotros, haciendo cumplido lionor sus méritos. qué, pues, estas reflexiones? Ali queríamos llegar y demostrar que es una necesidad apiemiante la creación de una escuela de ales domésticas. ella se dirigirán todas las señoritas que al terminar la enseñanza primaria no deseen dedicarse la carrera del inagisterio, cuyos estudios tienen su natural y legítimo asiento en la actual Escuela Normal de Maestras. Colegio de Señoritas. Elementos? Los lar: no se trata de lujosas instalaciones ni de aparatosos edificios; modestamente, en una casa cómoda, grande, bien ventilada, higiénica; bajo el consejo de maestras modestas y sin relumbrón. Sería cuestión de buena voluntad porque no vemos la dificultad tan insuperable que habría en conseguir unas tres docenas de máquinas de coser y los demás útiles de aplicación inmediata en las artes domésticas.
Ya en otra ocasión hablamos de este mismo asunto y tuvimos el placer de encontrar en el actual Presidente de la Junta de Educación.
Doctor don Roberto Fonseca Calvo, un entusiasta compañero deseoso de que la idea se convirtiera en realidad. Hemos seguido pensando en ella y hoy más que nunca con la próxima llegada de la señora Casal, de Quirós, creeinos más realizable nuestro empeño.
Vosotros, padres de familia, vosotros que velais por vuestras liijas, comprendereis la verdad de nuestras palabras. Os invitamos a trabajar por que cuanto antes se establezca una escuela de aules domésticas.
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SALOMÓN CASTRO I950