Al Conde León Tolstoy Enorme viejo triste, solitario Profeta, hijo de la gran patria que agobia un duelo eterno, he oído tus parábolas oscuras de poeta, vibrar, bajo la lluvia de lirios del invierno.
vida de un Iceses menos res de pintonistres y los irable «Cyraelais» soberTu árido rostro bíblico es montaraz y rudo, pero tu alma es tan dulce como el alma de un niñoy cual Jesús el lago, cruzas, el pie desrudo, por la estepa, dejando una huella de armiño.
anta la vida.
ura de aldea.
pada. No inlica vez que las case en entil hombre El mujik que interroga el obscuro horizonte, en el desierto campo que con su arado labra, ve volar de tus labios, cual una flor del monte, la mistica libélula de oro de tu palabra.
La palabra que anuncie, divina y soñadora, al rebaño que sufre infinitos dolores, el reinado iluscrio de la Paz esa aurorallena de trinos y auras y perfumes y flores.
y dicen: 11: Pero tu blanca Biblia es libro de quimera, nunca verás triunfante tu lirico deseo: tus fiures de evangelio sólo una primavera tuvieron en el alma del triste Galileo.
B79 Толстои. Totstoi Enorme viejo triste, tu doliente mirada mira la raya obscura de la pálida tierra, y cual rubi gigante ves una llamarada.
Es un ocaso de oro? No. Es la flor de la guerra.
toda naturaTonada de la la doncella ra que hablareligión! La Naturaleza!
na el mundo.
rece Rabelais noble novio y entre los bracree que los tregándole un Flor de innúmeros pétalos hecha de corazones, encendidos de odios, por la cólera rojos, y al mirar en el mundo tan brutales pasiones, uma lágrima triste ha enturbiado tus ojos. Piensas en los obreros que en la vioji buharda, en la tarde amarilla que lo lejos se mustia, ante el motin que vibra, por el hijo que tarda, olvidan hambre y frío mordidos por la anguetia. Piensas en el rebaño de eselavos que al Oriente donde el hombre amarillo sus cañones levanta, marchando a la matanza, inclina da la frente, bajo el knut del cosaco sus funerales canta. 10 escuchando la bomba de alarido sonoro, estallar er. la calle como en el surco el trigo.
al Czar has recordado que en su Kremlim de oro, bajo el manto de púrpura tiembla como un mendigo?
entregarte. FERNÁNDEZ GARCÍA Setiembre. 1905 (De El Cojo Ilustrado)
explica cuánas, y cuánta bra maestra.
le su tiempo, rueles y malfastidiar. todo su siglo jestra época.
sí Quevedo!
LUIS Xvi no se portó con la soberana dignidad que nos cuenta la historia, en el momento de su ejecución. Todo lo contrario; grito pidiendo auxilio, lloró, luchó con los verdugos y pidió misericordia.
El sacerdote que le atendía no dijo Hijo de San Luis, subid al cielo.
Estas palabras le fueron atribuidas por un periodista de París.
co SE asegura que la luna cjerce mucha influencia en los tartamudos. Las personas que padecen de este defecto hablan con muchísima más dificultad la luz de la luna y en los días de llena que en las noches oscuras.
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