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Mi retrato Bosquej Próspero Calderón u ¿Conque dices que el retrato Te ha producido un efecto Detestable, porque estoy Espantosamente feo; Que de aquel que conociste Ya no queda ni el reflejo, ni la sombra, ni el asomo, nada, nada, pero ni esto. mc interrogas porque He venido tan menos, Qué se hicieron mi elegancia Mi donaire y mi gracejo? pues, quieres quc conteste, Rendidamente contesto: Con todo ha cargado el Diablo, Patrón de los usureros, no por su propia cuen a, Pues que yo nada le debo, Sino por servir así las gentes de su gremio. Te acuerdas de aquellos trajes?
Ya no existe ni un chaleco, de las lindas corbatas Que me apuntaba Romero, En ocasiones cuatro, Casi siempre cinco pesos, No alientan ni las hilachas, Viven solo en mi recuerdo eso porque con frecuencia Me recuerdan que las debo.
Mis botines charolados Que mi breve pie oprimieron Más de una vez son ahora Huéspedes de un basurero.
Quizás en la misma fosa Duerman con el frac correcto Que estrene la noche aquella Inolvidable del beso, Con el frac, con la camisa, Puede que con el sombrero, Que casi todas mis galas En un carretón partieron.
Mi reloj en La Confianza Habita desde hace tiempo. Puede tenerla segura De no tornar su dueño)
En otra Sierra Morena Reposa mi lapicero, Aquel con que te escribi Cartas henchidas de fuego, Citándote que salieras, Como saliste, en efecto, La noche que tu papá, para mostrarme su aprecio, con los nudos de un bastón grabó su firma en mi cuerpo.
Dios lo tenga en su regazo!
Pobrecillo, era tan bueno. Y, sobre todo, tan fuerte. Ay! dichosos de los muertos. Pudiera seguir citando, Mas de citas estoy seco.
Confórmate con saber Que igual camino siguieron La lcontina y el anillo cuanto tuve de bueno.
Ahora, dime, con franqueza. Cómo no ha de estar muy feo El que pasó la existencia Luchando con usureros, En una lidia reñida Con torazos de alto juego los que cuesta clavarles Banderillas de tres pesos?
Que venga aqui Mazantini Pa que sepa lo que es bueno conozca lo que cuesta Trabajar ganao matrero.
Si al punto no se la corta Es que no la tiene, cuerno!
Que estoy con la cara ajada; Que estoy consumido y feo, Cosas son esas que vienen Con el rodar de los tiempos.
Yo no sé cómo estarás Ni tampoco lo pretendo, Que para mí te conservas Como en la noche del beso; Como en la que me dijiste. Con toda mi alma te quiero! en prueba de tu cariño. Para qué ser indiscreto!
Ya tú sabes que te quiere Con toda el alma, La albo comenzaban Los gallos con cia. Acá y all girar sobre sus Allí las bisagr En las a cabellera revue das de vaho, ca restreguco de pañadas por retinlin vidrig de los platos e pilados en mesa, al ser golpeada. Er las mozas molian.
De pronto monotonía de música de aqu Ila hora fué ra gada por un gr largo, sonoro bien timbrac El grito con a nuestros cami sinos anuncia desde lejos, llegada, la milia.
En la ca la calma perdis regresaba de la Toño, piel ostentaba bre que comen Desde la la lucha por la dedicado al tra taba para hace tenía, y en dor decir, aprende escuchar pacie cosa que hacer AQUILEO.
San Jose, octubre de 1905 1060

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