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riempo de la acucha, casi jue Central, LS; y cuando arque iplaf!
cayó al suees, camisas as y 411 par quella niña moda la de los zapatitos blancos y los de color champaña con medias idem, ídem, tan en boga lioy.
Conozco una bellísima inuchacha que va al Colegio de Señoritas con unas zapatillas blancas de razo. las cuales fueron estrenadas por una tía suya en un baile que dió el General Guardia, en el Palacio Nacional, allá por el año de 1880. 25 años de estar las pobrecitas encerradas en un armario! Pero están de inoda lioy en día y nadie se va ocupar de preguntarles su edad!
Pues, y los sombreros que están loy en moda. Jesús! Qué atrocidad!
Cójase un guacal de cualquier uso (que eso no afecta a la forma. adórnesele con velillos y flores cintas. capricho. tómese una señora señorita, lo mismo da. póngasele en la cabeza el guacal así adornado, de manera que la parte ahuecada mire hacia arriba, como si se le pusiera para recoger aguas, y ahí teneis el gran sombrero en uso hoy día!
Natura negó José provocurvas que con tanta oco Guardia lo un museo as varas fué color alfomesperada de ba manes y muy.
or mi parte, a. La poliRICARDITO SINSABORES Octubre de 1905.
TRAGEDIA «Huye conmigo y sé mi esposa, descansa sobre mi corazón: lejos, en el extranjero, mi corazón será para tí la patria y el hogar paterno. Si no te vienes conmigo, yo muero aquí, y tú quedas sola y desamparada: en tu misma patria, en el llogar de tus padres, serás como extranjera. II quilo ya uno novia, venga decirle: Con Gilado que lo usted avebre seguro, do, le dice. done! se Omicida y si ué es lo que con algo así que lo lleven sa bien al arán la am11 amputado mujeres anhay algunos olo, la cual, señora deguro ustee sorpresa.
semillas de 110 son tan can bárbara Una blanca liela da cayó en una noche de Primavera: cayó sobre las tiernas florecillas blancas: éstas se han marchitado, han muerto.
Un joven amaba una joven: huyeron furtivamente de su pais, hurtadillas de su padre y de su madre.
Anduvieron errantes de aquí para allá, infelices y víctimas de una mala estrella: se han marchitado, lan 171 uerto.
III Alzase sobre su tunba un tilo, en donde silban los pájaros y el viento de la tarde, y cuyo pie, sobre el verde césped, van a sentarse el mozo del molino con su novia.
Soplan los vientos con resoplidos siniestros, los pájaros cantan con voz más dulce y quejumbrosa, y los enamorados habladores, heridos de un súbito mutismo, lloran sin saber por qué.
ENRIQUE HEINE 1071

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