El altruismo americano Pág AÑO 11 CO11 «La América del Norte es la cuina de los más grandes donantes del mundo. Durante el año de 1904 se distribuyeron en los Estados Unidos donativos por más de ochenta millones, dedicados obras filantrópicas, y de la cual suma correspondieron cuarenta millones a la ciudad de New York.
Alejandro lloró al no tener más países que conquistar; los entusiastas y devotos filántropos del día suspiran al encontrar que sus líneas de obras benéficas se circunscriben y limitan. todas partes donde se tornan los ojos, en los Estados Unidos, se ve patente la pródiga mano de estos adictos al bien.
Magníficos colegios, bibliotecas, hospitales, asilos para ancianos, sordo mudos, ciegos, inválidos y luérfanos, grandes museos de arte, de medicina historia natural; expediciones han sido enviadas descubrir nuevas tierras todas partes del globo; suntuosas iglesias y catedrales se han erigido, y finalmente en cuantas forinas concebibles liay, su dinero la sido empleado prodigalidad.
Incuestionablemente, John Rockefeller ha regalado mayores sumas que ninguio otro para obras de educación. Hasta ahora, que sepamos, Costa Rica. Vista en la Isla del Coco pasa de 25 millones lo que este fin ha donado, correspondiendo 13 millones a la Universidad de Chicago.
Andrew Carnegie ha donado próximamente tres veces más que Rockefeller, especialmente en lo que bibliotecas respecta. Probableniente sus donativos ascienden 100 millones, de cuya cantidad corresponden 70 millones los Estados Unidos y el resto Escocia, Holanda, Inglaterra, Gales, Canada, Irlanda, Cuba y otros países.
Rockefeller y Carnegie marchan a la cabeza de los altruistas más grandes del mundo. Sus donativos son tan colosales, que la mente no puede abarcar las cifras que representan.
La fortuna de Rockefeller asciende 320 millones, la cual le produce una renta diaria de 000 pesos, lo que es lo mismo 200 por hora.
La señorita Elena Gould dedica anualmente 500. 000 pesos obras caritativas, Quizás no liaya otro hombre tan discreto y espasmódico en sus obras de caridad, como Pierpont Morgan. Este hombre, excepcional en su carácter, dedica un millón fines benéficos. San José,