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Manos en las tinieblas trema pree revela al Edo por esa Sería mal centosa paalario tiene sun maraante, puede de presidad, de los nuncia una poeta, que el carácter stocrática. De seguente único.
Fitores vener otra la acia el porà popular, sea menos aureado de na sordera ne le debía adulado. sábados, de la liteř al viejo zos sobre En estas primer liosé María Inte, siemEn la hosca noche de mi duelo sentí que unas manos tenues se posaron en mi cabeza. como dos alas sobre un abismo que acariciaron mi frente en la tiniebla con una sutil caricia inefable.
Al punto mis pensamientos de luto y de sangre se convirtieron en flores que perfumaron mi alma. en la noche de mi angustia brillo una luz blanca que iluminó mi mundo interior.
Rozaron mis sienes como dos mariposas de seda. Tocaron mis párpados como si fueran pétalos de un lirio maravilloso. Jugaron con mis cabellos levemente, como dos tibias ráfagas de una brisa de otoño.
Yo permanecía inmóvil bajo la intensa caricia dulcísima. Inmóvil pensativo entre la sombra.
Hice un impulso para tomar aquellas manos. pero las mías no se movieron pesar de mi voluntad, como si estuvieran muertas.
Entonces me imaginé aquellas manos frágiles y difuntas. liechas de aire y de misterio, impalpables y amorosas, y ví con los ojos de mi fantasía que los dedos sutiles al moverse, dejaban sobre mi cabeza un resplandor de blancura funeraria.
Después sentí que me invadía un sueño dulce como un beso de los labios amados. que caía en el COmo en los brazos de una virgen querida por largo tiempo. De una virgen que anhelara dormir triste y exangüe sobre mi corazón.
Cuando desperté. una serenidad insólita llenaba mi espíritu, en el que había una nueva luz y un nuevo perfume. como si en él cayera Del Album de Páginas Ilustradas una lluvia de rosas y en su cielo nocturno brotara la estrella divina de la Esperanza.
Manos misteriosas de mi ensueño visionario! Manos de alguna criatura de amor que me recuerda más allá del sepulcro! Venid acariciarme en la hosca noche de mis duelos. rozando mis sienes con vuestros dedos sensitivos!
Que yo os sienta llegar. como dos lotos sagrados cuyos pétalos se plegaran sobre mi cabeza; como dos alas silenciosas bajo las cuales dormirán mis pensamientos! que expíe yo el divino placer de vuestro encanto con el hastio de las banales cosas de la vida, con la honda amargura de una nostalgia inconsolable. con el dolor aleve de una melancolía profunda!
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FROILÁN TURCIOS 1095
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