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José Maria de Heredia Para Páginas Muestradas iech. reicana.
nila en el uchachos gerla, pelo, se supa.
sentencia La muerte acaba de arrebatar en José María de Heredia, uno de los poetas que más gloria han dado a la literatura francesa, Aunque Heredia fuera francés sólo por su madre que descendía de una noble familia de Normandía, había, gracias a una esmerada y sólida educación clásica hecha en Seulis, conquistado el campo de los autores antiguos, ayudado, además, por notable atavismo; el que lo liga ba al cé.
lebre poeta español José María de Heredia, autor de Poesías y entre ellas, de la famosa Oda Napoleón.
La naturaleza y la educación recibida tenían forzosamente que obrar en los destinos del que, descendiente de un conquistador, y nacido alla en la esplendorosa tierra de Cuba, entre las montañas de Sierra Madre, se educaba en París, en el momento en que floreció el clasicismo de Teófilo Gantier, en que Leconte de Lisle encontraba «los tonos bárbaros de la antigüedad» y de Banville evocaba los dioses. El malogrado Chenier que había como condensado en sus obras los resultados del neo clasicismo de aquel tiempo, influye notablemente sobre Heredia, de tal manera, que en su libro Toofeos irradian los tonos maravillosos de Chenier. pesar de eso la original personalidad de Heredia tenía que imprimirse en sus obras: grande, fuerte, robusto, altivo, tenebroso, parecía llevar en su sangre algo de batallador y de exuberante. No fué de los que se dedican a escribir mucho y a pensar poco, no fué de esos logográfos que invaden cada momento la discreta oficina de los pobres editores.
No fué tampoco un logorreíco de los que a caza de oratoria y fama, invaden cámaras y círculos literarios. Probablemente ese instinto de escribir poco y bien le hizo decir un día un joven ingeniero que le presentaba algunos ensayos literarios. Trabajad, trabajad mucho, Producid poco. Un volumen cada dos o tres años, no más. Esa es la gloria. Preferid la gloria a la fortuna.
El mismo llevó al joven ingeniero casa de su editor Lemerre y pronto aparecieron Chonchette, Cousine Laura, Mademoiselle Jaufre.
Así hacía sus debuts Marcel Prévost, el escritor que todos conocemos.
En cuanto de Heredia, no hay necesidad de un campo muy vasto para colocar sus volúmenes. Sus primeros escritos aparecieron en La Revue de París. en La Revue des deux Mondes. Le Temps. etc.
Teófilo Gautier, en todo su apojeo, recitaba de memoria los sonetos de aquel joven poeta de 20 años. Comme un vol de gerfauts hors du charnier natal, Fatigués de porter leurs miseres humaines, De Palos de Moguer, routiers et capitaines Partaient, ivres un rêve héroïque et brutal.
Ils allaient conquérir le fabuleux métal Que Cipanga mûrit dans ses mines lointaines, ante prein un inoifía que le perder el queño mapor el re1 de apri1135

    Death Sentence
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