José Fabio Garnier UN ESBOZO nías miuna de Farner He aquí una adolescencia encantadora, Amable, fuerte y sana, traspasa ya con firme andar los pórticos dorados de la juventud, cargada de triunfos bien ganados en los primeros combates de la vida.
El hombre que la ostenta como gloriosa presea, ha realizado notables esfuerzos en pro de la cultura de sus semejantes.
Apenas cuenta veintidós años, edad en que por lo común sólo se piensa en devaneos y futilezas, y ya va internándose en ios senderos de carrera científica bien ardua. Ha publicado una novela. La Primera Sonrisa. ensayo bastante feliz en un género de labor que en nuestro país ha dado bien escasos ejercicios.
Su segunda novela La Esclava está ya impresa y lista para presentarse en público.
y La fisonomía de José Fabio Garnier es dulce y atrayente. Su mirada es franca y leal, profundamente observadora y un tanto melancólica. Mirada ingenua de niño, mirada plácida y escrutadora de artista, mirada grave y triste de hombre inteligente y reflexivo, atormentado de continuo por ese grato y la vez doloroso aguijón del pensamiento. Hay en su aire casto y bondadoso, el reflejo perenne de un sentimiento delicado Escribe con el corazón, en lenguaje sencillo y elegante. El conjunto de su fisonomía realiza la adorable visión que hemos tenido del poeta, al leer algunos versos de Lamartine.
En la actualidad se halla en Italia. Allí su inteligencia se cultiva más y más con el contacto de muchos elevados pensamientos. Desde allí sigue con atención el lento proceso del dolor, ya próximo a su fin, que sufren aquellos pueblos infortunados de la Europa.
Abrazó con amor desde hace tiempo la causa de ese arte revolucionario que pasea sus oriflamas de libertad por las frescas campiñas de la intelectualidad universal. en ese arte ha conquistado ya más de un laurel.
Corazón cosmopolita, fraterniza con todo lo grande y generoso que encuentra en otras tierras distantes de la nuestra. Forma parte del grupo de visionarios que hemos adoptado la ciudadanía del universo y vemos en cada hombre un compatriota.
Cuando vuelva henchido de ciencia y de vigor, será el abanderado de y nuestra juventud independiente.
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