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a Cartas mamá re Para Paginas Ilustradas 01 re de to 11 с 11 S Querida mamá, los periódicos que te envío podrán informarte de la horrible catástrofe que tuvo lugar últimamente en la parte meridional de la Calabria y setentrional de la Sicilia.
Muchas, muchísimas gentes han quedado sin su hogar que al desplomarse sepultó entre sus ruinas uno á varios seres queridos, talvez aquellos que con las fatigas diarias proveían al mantenimiento de la familia.
Las víctimas del terremoto son muchas y muchas son también las escenas desgarradoras que se suceden en los lugares en donde el sacudimiento causó efectos más deplorables.
Niños que imploran el auxilio para sacar su anciana madre de entre los escombros; padres adolorados que ven reducida su familia numerosa, los más jóvenes, los más bellos de sus hijos sepultados bajo aquella casa que fué siempre su refugio y su consuelo. La necesidad desgarra los pechos: parece que no es suficiente lo sucedido. los cuadros terribles del terremoto se unen las escenas del hambre que se pasea por entre las ruinas distribuyendo sus ansias y sus padecimientos.
El periodismo italiano ha hecho conocer en todas las ciudades de la península los detalles del suceso doloroso que cubre de luto una gran parte de Italia, mejor dicho, la Italia entera. el espíritu bondadoso del italiano que tiene energías y firmeza para el trabajo y dulzura y compasión para la desgracia, ha sentido la necesidad de ayudar en lo posible los hermanos de la Calabria.
Las suscripciones a favor de las pobres familias que hoy han quedado reducidas la miseria, aumentan cada vez más. Las sociedades constituidas gimnásticas, operarias y estudiantiles han ofrecido su propia ayuda y ayer, en una reunión verdaderamente encantadora, han dejado conocer la bondad que sus miembros atesoran. Fué organizado un paseo de beneficencia: los estudiantes y los operarios recorrieron las principales calles de la ciudad pidiendo cada persona una ayuda para aquellos pobres hermanos.
Detrás de ellos, varios carros, cedidos generosamente por la Intendencia Militar, estaban dispuestos para recibir los objetos que las personas caritativas ofrecían. Los carros muy pronto quedaron completamente llenos: todos se creyeron en el deber de hacer un obsequio que disminuyera en algo la tristeza de los infelices calabreses y sicilianos.
Los comerciantes daban artículos de primera necesidad; cada uno presentaba lo mejor que poseía. En aquel momento se podían ver rostros iluminados por la bondad y manos generosas que alargaban alimentos, vestidos y otros objetos de uso corriente.
Un mozo de cuerda, viendo aquel entusiasmo en todos y sintiendo en sí amor hacia aquellos compañeros que hoy la desgracia oprime, buscó en sus bolsillos una moneda cualquiera y, al no encontrarla porque 1162

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