Sugestiones са Para Páginas Nuestradas dos, en a efec7 de la estudio utor de mia de y apreEntre los hijos nuestros ahora están muy de moda las tarjetas postales ilustradas. Memorias, encargos, galanteos, declaraciones amorosas, todo se hace por postales. Esta costumbre bonita y costosa ha comenzado entre las niñas. Un álbum de postales ahora es el regalo más oportuno que un galán puede hacer su novia. Las tarjetas que más gustan las niñas son las de pura fantasía, en colores, las que tienen copia de bailarinas extranjeras, famosas por su belleza física. Las tarjetas que retratan los grandes hombres no son comprendidas en lo que valen, por las niñas; tampoco aprecian las de costumbres de los diversos países las que reproducen pinturas célebres de los grandes museos de Europa.
Estas tres últimas clases de tarjetas son, para mí, las más interesantes y valiosas y las que los jóvenes debieran empeñarse en repartir sus amigas. Pero así no sucede. Las que más circulan ya son de una grosera desnudez de una maliciosa indecente vulgaridad. Es rara la que despierta un sentimiento noble en quien la recibe.
Generalmente circulan las tarjetas con alguna escritura en el pie en el reverso. En la mayoría se escriben unas necedades que dan lástima, es de sentirlo, porque bien vale la pena aprovechar este entusiasmo para vulgarizar buenas ideas entre las señoritas, ideas que tiendan dignificarlas, levantar sus sentimientos, crear en ellas una conciencia fuerte de su alta misión y de su poder entre los hombres.
Invito los jóvenes instruídos para que aprovechen este gran medio de vulgarizar altas ideas. Quien no las tenga propias, que las busque en las obras de los grandes pensadores; allí encontrará muchísimas.
HENRIK IBSEN, verbigracia, les obsequiaría las siguientes. La lucha es fácil cuando son dos los que combaten; cuando uno de ellos es un hombre valiente y el otro es una mujer generosa; es imposible que dos seres semejantes sucumban.
LEÓN TOLSTOÏ ESTAS. Las instituciones están en manos de los hombres y la opinión pública en poder de las mujeres. la opinión pública es mil veces más fuerte que todas las leyes y todos los ejércitos.
JOHN RUSKIU ESTA OTRA. Sólo hay una forma pura de realeza, forma inevitable y eterna, tenga no corona: la realeza que consiste en un estado moral más vigoroso y en un estado intelectual más verdadero que el de nuestros semejantes, cuya preeminencia nos habilita para guiar educar los demás.
JOHN STUART MILL ESTA OTRA. Vivamos seguros de que cuanto sienten los hombres en punto libertad, lo sienten las mujeres en el mismo grado, aunque callan; y lo sienten más de adentro cuanto más dignas ilustradas son.
La fuente de pensamientos redentores es inagotable. Muchas ideas podrían ahora vigorizar el entendimiento de tantas niñas que no reflexionan nunca.
Jóvenes cultos y de intenciones honradas, no descuiden esta labor. adas Justo ica, la bastararos y es que modo que FALK.
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