Diego Fallon La muerte del eminentísimo poeta Diego Fallon, el admirable cantor de La Luna y Las Palmas, ha sido una inmensa pérdida para Colombia literaria, y toda la prensa de ese país lia lamentado, en sentidos artículos necrológicos, la eterna desaparición de poeta de tan altos vuelos y de tan robusta inspiración Hombre de vida inmaculada, dice una revista, y de alma esencialmente artista, cumplió su peregrinación esparciendo la fragancia de las más raras virtudes y dando cada paso delicadas muestras de su sin par ingenio. En él se aunaba la suprema modestia, rayana en timidez, los vastos conocimientos en más de una ciencia, y de su altísima inspiración brotaron joyas musicales, y en poesía acabadas composiciones. Huérfano en temprana edad, habiendo recibido en Inglaterra esmerada educación científica y después de perder trágicamente, en alta mar, de regreso de Europa, sus dos únicas, interesantísimas hermanas, conservó vivo su recuerdo, y una como vaga melancolía se mezclaba su carácter dulce y festivo la par. Después, al lado de su angelical compañera, su vida corrió tranquila y modesta, entregado todo él la diaria labor, pero sin asomo de ambición alguna, contentándose con ganar el pan de cada día y constituyendo el fondo de esa vida el cariño de los suyos, el de unos pocos selectos amigos y el culto de todas las horas lo que entrañaba la belleza, llegando poseer fondo la música ideando un notable ingenioso sistema de notación. En alguna ocasión, y como por pasatiempo, trazo jugando y como por intuición, una deliciosa imagen de la Virgen, obra maestra en su género, de indiscutible inspiración, demostrando con ello, sin pretenderlo, que su talento artístico era de amplísimo diapasón. Una composición inédita del poeta Fallon, de que atrás hacese referencia, ha sido publicada por la Revista Nueva de Manizales. Fue tomada del álbum de autógrafos del poeta Alfonso Villegas Es un hermoso soneto que ha permanecido inedito y que dice así: EL ESPEJO solas, de su sér en el abismo, el ánima del hombre ve delante.
un espejo que copia su semblante.
su libertad, su pensamiento mismo.
Allí el alma, en secreto dialoguismo, se condena se absuelve cada instante, la voluntad, ya esclava, ya triunfante, contempla allí su afrenta su heroísmo.
De la verdad la austera comitiva, formada en cuadro, la invasión resiste de la osada, fantástica inventiva. allí su egregia potestad reviste la memoria, que imparte, compasiva, su propia vida a lo que ya no existe.
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