Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
La gloria obscuras (Un cuadro de Alberto Plá y Rubio)
Para Payinus Tetratlus Era un menos y ciudad, Se llamaba Germán; pero todos los de la escuela le conocíamos por Piernas, porque no sé cómo diablos se arreglaba que siempre los calzones le resultaban cortos, luciendo enteritos los botines sobre los que se balanceaban, la altura de las canillas, las campanas de ambas perneras.
muchacho de trece catorce años, delgaducho y descolorido, rubio de melena y con una fisonomía que nada hubiera indicado, no a lornarla unos grandes ojos de azul obscuro, sumamente expresivos. De naturaleza bonachona y de carácter débil, así lo conociamos: sufría cuencia inventábamos para mortificarle. Como aplicado, lo era, y más de una resignadamente las bromas, algunas bien pesadas, que con excesiva fre.
citaba el profesor como discipulo ejemplar. Huérfano ile padres posición. Más aún: decíase vez nos lo las noticias que hasta que el Director del Colegio le mar mantenia y educaba y cierto, hay que reconocer Germán que que gratis, lo que, si era agrade cia todos los juegos de En los ratos de recreo eran muy raras las prendiendo mucho y bien.
nuestra edad. Lo más común era verle leyendo 6, que se cultivaban plantas y flores para las explicaciones prácticas le nuestras lecciones de con preferencia, paseándose por una parte del jardín en la Botánica. Sólo en la clase de gimnástica era donde Germán se entregain por completo al movimiento físico como inteligente era en otras de desarrollo inte y expansión, llegando a ser tan hábil en aquella asignatura de desarrollo Jamás habia acuvido en queja ante un profesor por molestas que fueran las bromas de que le victima; y con voz clara y ademán categorico, decía una bastallas llegaba incomodarle se cualraba que la y. era bastante, pues sabíamos En nuestra misma clase había otro muchacho, perteneciente a una de las lama.
más ricas, pero no más aristocráticas de la cunstancias, parecin como querer ejercer cierto predominio sobre todos nosotros. Era algo, de esas cirprimera Germán según se cree, el pobre se veía continuamente zaherido y, sin duda, porque ambos significaban dos fuerzas antagónicas rico, sin que de ello, no obstante, hiciera gran caso; pero, y eso lo habiamos notado diferentes veces, sin que dejara llegar las bromitas de éste don le dejala que llegasen las nuestras.
No brillaba Miguel, que así se llamaba el niño rico, por su inteligencia, pero tampoco diar, no resultala mejor ni peor que los demás.
fuera justo tacharle de ignorante. Como la generalidad, más aficionado jugar que estuEl sistema de enseñanza que, según se verá, se seguia en la escuela, era muy indi la inteligencia y aun el amor propio de los alumnos. Dividiase el aula en secciones, compuesta cada una, según el número de educandos, de tres o cuatro largos bancos colocados der cha e izquierda de la tarima del profesor, en sentido perpendicular ella y tejando despejado el centro del local. Sobre los bancos del lado derecho había un que decía Cartagineses. El banco delantero, en ambas secciones, no se ocnpaba más que accidental.
Romanos y sobre los de la izquierda leíase en otro mente, viniendo ser como prisión destierro que iban condenados los almunos en la circunstancias que ligeramente voy a explicar.
Llamaba el profesor de los si la enumelos, Elram romano y le preguntaba, pongamos por caso, sobre el orden rumano contestaba enumerando las familias, clases, subclases, etc. etc. era exacta volvía su sitio; pero si olvidabu alguna circunstancia no se le permitía rectificar y se llamabiu un cartagines. que venía al centro de la clase situarse al lado del romano. Si el cartaginés acertaba, pasaba el romano ocupar el primer banco kle la sección enemiga, hasta que en otro trance se redimía, pues hay que advertir que con frecuencia se preguntaba a los prisioneros dándoles asi ocasión de libertarse. Batalla hubo en que media clase resultaba prisionera de la otra media.
1270 infatuado por la por cado para est dis un gran cartelón un y Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Biotecas del Ministerio de Cultura y Juventud Costa Rica
Este documento no posee notas.