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Mas,. si bien eres lidiador osado, no amas siempre las bélicas rencillas: en tus ricos dominios de inspirado hay un bosque frondoso y habitado por un garrulo pueblo de avecillas.
Cuando en la lucha tu broquel depones, es que vas en amantes excursiones, por la senda florida que tú sabes, ensayar y poner dulces canciones en el pico armonioso de tus aves.
Luego, oli cantor, desde su nido blando, si endulzar quieres el mortal barullo, sueltas y aguijas el risueño bando, que sale por los aires arrullando con todas las teriezas del arrullo.
Por eso, la admirada muchedumbre te abre entre palmas anchuroso paso y te mira ascender hacia la cumbre en donde un astro de serena lumbre resplandece sin sombra y sin ocaso.
América la joven, que te escucha, te sigue en tu carrera de victoria, y aprende los reflejos de tu historia que sólo entre los tajos de la lucha se reciben los besos de la gloria.
De horizonte horizonte dilatado, todas partes tu renombre llega, y acuden el caudillo y el soldado la voz del glorioso abanderado que toca su clarín. y los congrega.
Henos aquí nosotros. qué te admira?
Somos oscuros milites del Arte que venimos, llamados por tu lira, saludar el cóndor que nos mira desde el alto puntal de tu estandarte.
Justo Facio 1307

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