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primera magnitud, podía verse la simple vista, entre las Pléyades y Perseo.
Para unos era la tradicional estrella de Belén y para otros era simplemente una de tantas estrellas cuyo brillo no conserva siempre la misma intensidad, y que aparecen súbitamente en lugares del Cielo donde el ojo no distingue ningún astro.
Esta estrella que se encontraba 558. 000. 000 de billones de millas de nosotros, y cuya luz demoró 98 años para llegar hasta nosotros desde su repentina iluminación, desapareció sin saberse cório ni cuando, dejando su descubridor, que tantas polémicas proporcionó en aquellos días, estático y con la boca abierta.
Por fortuna; porque la velocidad de que estaba animada era tal que, si se hubiera topado con nosotros, probablemente estas horas estaríamos formando parte de esos mundos infinitamente minúsculos que constituyen lo que se llama polvo cósmico.
Dr. Arcos Sugestión Para Páginas Ilustradas Entro al azar en tu pequeña estancia tapizada de estrellas; en la sombra se pasea la tímida fragancia de las flores marchitas en la alfombra.
El lecho de madera de caoba lo custodia una Santa Filomena y la esencia de virgen de tu alcoba todos los muebles y las ropas llena.
Junto al espejo, el quitasol de seda con que fuiste al jardín desde temprano, aun conserva el olor de la arboleda y la débil caricia de tu mano.
Algo de tí, de tu persona misma se envuelve en una ráfaga de aliento, y bella, así como al través de un prisma, te he mirado en mitad del aposento.
ROBERTO BRENES MESÉN 1394

    Roberto Brenes Mesén
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