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CAT. Si lo creo (cambiando conversación. Ven, Juan, vamos a ver Luisito. Es tan bello cuando duerme! Siempre está así, mira (imita la posición de los brazos del niñito. Asi tiene siempre los puños, cerraditos! Vamos!
JUAN (á Brann. Vienes tú también?
BRAUN. No, Juan, sabes, yo no entiendo nada de muchachos. Voy pasear por el jardín (se va por la veranda. CAT. abre con cuidado la puerta del dormitorio. Es tan lindo, sss, silencio, sss. poco a poco. sin ruido (se van los dos andando sobre la punta de los pies y teniéndose de las manos. La señora Vockerat y una criada preparan la mesa. la criada se le cae una fuente que se rompe en mil pedazos. SRA. Vock. Pero usted, Francisca, hace lo que quiere. Cada día rompe algo. una mayonesa tan rica. la criada se va por la puerta que da la escala. En mi casa no suceden estas cosas. Las criadas necesitan que se les enseñe a servir.
JUAN (atraído por el ruido. Qué ha pasado, mamá. la abrasa calmándola. Nada, nada, no se dé malos ratos.
CAT. de la puerta entreabierta. Qué sucede. JUAN. Nada interesante (Catalina se retira. SRA. Vock. Gracias por ese nada interesante. Ha roto una magnífica fuente. nada. nada. la mayonesa que era de chuparse los dedos.
JUAN (cariñoso. Nada tiene, mamá. No comeremos mayonesa.
SRA. VOCK. Es verdad, ustedes son muy ligeros de cabeza. hacen muchas cortesías la servidumbre por lo cual estos criados no tienen cuidado de nada en la casa. En mi casa, lo que rompen, lo pagan aquí, no, hacen lo que les da su regalada gana. sí, son las ideas nuevas, modernas; pero mi no me cogen, estoy segura.
JUAN (alegre. Qué mamá tan mala. Qué mamá tan mala. SRA. VOCK. No es verdad (lo besa. Tú eres un terrón de azúcar, tan bueno eres. No has sido hecho para el mundo en que vivimos.
JUAN (temblando. De veras, mamá. alegre. Pero por qué me haces esos ojos tan irritados. Mientras hablan, la criada recoge la fuente rota y limpia el piso. SRA. Vock. Yo. Qué ojos debo hacerte?
JUAN. Mírame de frente. SRA. Vock. Juguetón. lo mira de frente. Así quisiera verte siempre, quisiera que fueras un hombre feliz.
JUAN. Será muy difícil. serio, un poco conmovido. el chiquitín debe llegar a ser un descontento más.
SRA. VOCK. Si Dios así lo desea. JUAN. Debe ser de otras condiciones, de él me ocuparé yo.
SRA. Vock. El hombre propone y Dios dispone. También nosotros hicimos lo posible para que tú no llegaras ser un descontento.
JUAN. Mamá, mí no me parece que sea un descontento, un ingrato con vosotros.
SRA. VOCK. Ah, no! eso no. Tú has dicho que Luisito llegaría ser otro descontento Dime, no comprendes que nos hace sufrir eso de.
tú no crees en nada ni aun en que hay un buen Dios. La religión te falta.
JUAN. Religión. Naturalmente yo no puedo creer que ese Dios es como un hombre, que tiene un hijo y tantas otras cosas.
SRA. VOCK. sinembargo, Juan, es necesario creerlo. Continuará) JOI

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