Guardar

embargo de tales títulos, apenas permite que Magdalena le unja los cabellos, y apague su sed la Samaritana.
El Hijo de María, es, en efecto, una joya de precio incalculable: la inteligencia de la tierra no lia descubierto aún cifra ni cálculo que fijen su valor. Quién recuerda Sócrates. Quién sabe de Platón. Quién entiende de Aristóteles? Tal vez siete docenas de sabios y unas cuantas universidades de hinchados estudiantes.
Pero Cristo. dónde está. dónde está el hijo de María? En todas partes; allí donde la civilización antigua se ha quebrado bajo el liierro de la idea moderna, allí está la cruz y el mártir. En todas partes; como Dios, en todas partes.
Hasta entre los salvajes está Jesús. La China y la Oceanía lo conocen, sea para temerlo para aborrecerlo. Nuestro Dios es una figura enorme: y siquiera porque es tan grande este ídolo. deberíamos amarlo doblemente. Habrá quién dispute grandeza aquel que mide toda la tierra?
No diremos que es Dios, ni jamás pecaríamos diciendo que es Dios. El mismo Cristo, si fuera posible que el Samaritano llegara impacientarse, lanzaría sura yo contra aquellos que lo ponen en el trono del Tremendo Desconocido, cuando él fué figura clara, ostensiblemente humana y grandemente caritativa y piadosa.
Pues, por ventura hizo Cristo gemir y temblar la tierra y morir ahora en brazos de Neptuno de Vulcano los míseros de Virgen de la Pieda sorientados, navegantes sin brújula? Pues no fué Cristo aquél que sufrió muerte de cruz ansioso de legar al hombre el consuelo de la conformidad? si fuera Dios veriladero, tampoco querría que lo confesáramos; la vergüenza con toda su sangre mancharía su mejilla. Pues. dónde hubo ni ha habido modestia, desprendimiento y humildad más acrisolados. Cuál de los hombres lia pedido con más franqueza su padre inmortal que le sostenga porque es carne y alma que se a baten. Quién como Jesús la dirigido a Dios sus preces y reconocido la grandeza de su Padre, que es el padre de sus hermanos? La dulzura de Cristo se opondría también que se le llamase el más grande de los hombres!
Pío VÍQUEZ 1422

    Notas

    Este documento no posee notas.