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Almas Solitarias àe Gerard Bauppman TRADUCCIÓN DE JOSÉ FABIO GARNIER Para Pages Textes Continúa)
JUAN. No, mamá, no es necesario creer en todo eso para tener una religión. El que aspira conocer bien la naturaleza, está en el camino de conocer Dios Dios está en la naturaleza, dijo Goethe y él sabe más que todos los pastores y rectores del mundo.
SRA. VOCK. Cuando te oigo hablar así qué lástima que no te dedicaras la teologia. Me acuerdo aún de lo que me dijo el señor diácono el día de tu sermón en los exámenes.
JUAN (riendo. Tiempos que fueron, mamacita querida (llaman la puerta de la casa. SRA. VocK. Llaman. la puerta está abierta (se dirige hacia la puerta que da a la escala en el momento en que la abre Magdalena Lehman que entra con timides. MAGDA. Luenos días.
SRA. VOCK. uno después de la otra. Buenos días, Magdalena, JUAN MAGDA. Queria saber. perdone, señora Vockerat, hace mucho rato busco un inquilino mío JUAN. Si, Magdalena, el señor Braun está con nosotros.
MAGDA. De veras. mirando su alrededor. Bienaventurados los que están tan protegidos por el Señor.
SRA. VOCK. Cómo está usted Magdalena?
MACDA. Como siempre, señora, usted sabe muy bien que siempre estoy mal. He tenido que echar de mi casa al viejo. Ya no podía soportarlo durante inás tiempo. animándose. Porque comprenderá, señora, que si no fuera tan débil no me harían sufrir esos contratiempos que consumen mi existencia.
Nadie puede echarme la culpa; le dije al viejo: Antonio, vete casa de tus hermanos borrachos como tú y. que el Señor te acompañe. Le dije esto y ya puede usted suponerse mi dolor al decir aquellas palabras Pero, si he de hablar con franqueza, estoy más contenta ahora, es mejor que sea así. luego, pienso que Dios, nuestro Señor, no nos abandonará (sé suena la nariz ruidosamente. Con permise. luego le dije: Vete, si quieres, cualquier parte; no te preocupes por mí. Cuando se es honrado, le dije, y se sabe trabajar y se sabe economizar algo, le dije, no se muere de hambre, le dije. Porque yo soy honrada, señora Vockerat, por mí se puede dejar todo sin llave con la entera seguridad de que me dejaría morir de hambre antes de tocar lo que no es mío.
JUAN (acercándose Magdalena. No necesitaba usted al señor Braun. MACDA. Es cierto me había olvidado. Afuera quedó una señorita que quiere hablar al señor Braun. Una señorita se ha asomado por la puerta que da a la escala, se retira al momento, sólo Juan la ha visto. JUAN. Suplico pasar adelante. Magdalena. Por qué no la hizo entrar. abre la puerta. Le ruego, señorita, sírvase pasar adelante. Necesitaba mi amigo Braun. ANA MAHR (Entrando. Elegante, estatura media, cabesa pequeña, morena, fisonomia distinguida, nerviosa. Hay gracia y energía en sus movimientos.
Seguridad para presentarse. La vivacidad de su persona está equilibrada por 1425

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