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PASTOR. Es cierto, navegaban (imita la acción de remar. SRA. Vock. Propongo que no se les espere!
Vock. El que no llega a tiempo. peor para él!
BRAUN (desde la veranda. Aquí están!
Vock. tiempo llegan. Juan y Ana aparecen por el fondo. JUAN. Llegamos atrasados?
VOCK. la hora justa.
JUAN. Estaba tan bello el lago. presentando. El señor pastor Kollin mi padre. mi madre.
SRA. Vock. Nosotras nos conocemos ya!
JUAN. Mi esposa. la señorita Mahr (se saludan y se dirigen hacia la veranda. La señora Vockerat del brazo del Pastor. Catalina con el señor Vocn kerat; Juan y Ana. Detrás de todos Braun. Cierran la vidriera. Se escucha la voz de la nodrisa que canta. Se oye el tintineo de las copas al chocar. Catalina viene corriendo a tomar algo de un armario; Juan la sigue solícito. JUAN. Catalina, no corras, no ves que te puede hacer daño.
CATA. Ya no estoy tan débil.
JUAN. Ah Catita. entusiasmado) Qué creatura! Qué inteligencia. Qué justas observaciones hace. pensar que un ser como ése apenas tiene medios para vivir. Sabes, Braun me ha contado su historia. No te parece que es nuestro deber invitarla pasar con nosotros un par de semanas?
CATA. Si tú así lo deseas.
JUAN. Eres tú la que debes quererlo tú tienes más necesidad que yo.
Podrías aprender de ella muchas cosas que no sabes.
CATA. Qué desconsiderado eres. JUAN. No tengo razón? Se te presenta una ocasión para cultivar tu espíritu. Debes preocuparte un poco. siquiera un poco. trata de cenvencer a la señorita No sé cómo se puede ser tan frío. tan indiferente. CATA. Sí, Juan, estoy de acuerdo. le suplicaré que nos acomJUAN. En vosotros no hay nada ni un poco de iniciativa es triste!
CATA. Juan el Pastor va brindar. No es conveniente que estemos ausentes los dos un mismo tiempo. Voy en seguida Estoy de acuerdo contigo Juan. Voy, voy, Catalina. la besa y se dirige hacia la veranda. Se oye la voz del Pastor. El canto de la nodriza se escucha todavía. Un gran cambio se nota en el semblante de Catalina. Apenas la deja sola Juan, vacila, palidece y sus manos buscan un apoyo, al fin las fuerzas le faltan y se ve obligada sentarse. Tiene la mirada fija y mueve silenciosamente los labios. El Pastor termina su brindis. Todos levantan las copas y las hacen chocar entre si. Catalina se levanta penosamente y se dirige hacia la veranda. TELÓN)
pañe.
Ve.
ACTO SEGUNDO (Misma decoración. Es una bella mañana de otoño. La señora Vockerat, en vestido de casa, con delantal y un manejo de llaves en la cintura, arregla la mesa para el café. La señorita Ana, con un cesto lleiro de uvas al brazo, entra por la veranda, se detiene unos instantes para mirar el paisaje, luego entra. Usa un vestido negro con mangas cortas, trae un pañuelo de encaje negro sobre la cabesa. En el pecho un ramo de hojas y flores otoñales. 1432
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