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Los sompopos Por RODRIGUEZ La parte de la «Biología Centrali americana, que se ocupa de los Himenópteros aculeados, suborden de ellos, sección Heterogynos ha sido hecha por Forel, excelente conocedor de hormigas. El ha visto solamente dos especies de Costa Rica, pero son más o menos las mismas de Guatemala.
El sompopo (palabra azteca, la quiché es zanic) existe aquí en tres especies: Atta cephalotes (Fabr. Atta columbica (Guer) y Atta fervens. Say. Atta es género de la tribu attii de la subfamilia Myrmicinæ, tercera de la familia Formicida.
La constitución de los sompopos difiere poco de las otras hormigas: sus costumbres y nidos son aun más admirables. Hay machos, hembras y neutros. Estos últimos los divide Forel en tres clases, según el tamaño y oficio que tienen, pero pudiera hacer cuatro: las dos clases de individuos más pequeños (3 y mm. sacan tierras y cuidan como nodrizas, los huevos y larvas; los medianos (8 mm. son los obreros, que van cortar las hojas y acarrean sus fragmentos otras materias vegetales, y los grandes (10 hasta 14 mm. son los soldados encargados de la policía y defensa de las madrigueras, son cabezudos y perezosos.
Los sompopos así como algunas otras hormigas sólo tienen aguijón rudimentario y carecen de glándulas de veneno. Tienen glándulas anales, cuyo secreto de color y olor de sompopo no es un medio de defenPero sus mandíbulas fuertes y cortantes sí lo son y aplicadas la piel causan dolor y hasta sacan sangre. Se cuenta que los indios las usan para cerrar pequeñas heridas, cortando el cuerpo del sompopo, cuando la cabeza está bien prendida, y también las mujeres las emplean como ganchos para juntar telas.
Los obreros neutros salen en gran número, principalmente de noche y buscan hojas convenientes. Si estas se hallan en arbustos árboles, una parte de los expedicionarios sube cortarlas en pedazos proporcionados a las fuerzas de los cargadores, que están esperando abajo y las llevan marchando en fila al agujero más próximo de su habitación, donde las introducen con regular orden. Atraviesan caminos, escalan paredes, fabrican sendas bien alineadas en calles cubiertas de grama, saben hacer puentes en el agua aprovechan los existentes.
Un sompopero constituído se va extendiendo por excavaciones subterránas y de trecho en trecho tienen agujeros puertas, que permiten la penetración del aire y la entrada y salida de los obreros.
Los sompopos son jardineros. Todas las hojas que acarrean las desmenuzan y transforman en una especie de pasta por medio de sus secreciones, y de ella construyen galerías y habitaciones para las larvas y ninfas, con corredores para las nodrizas. Sobre la misma masa se desarrolla un hongo, que sirve de alimento toda la república sompoperica: las nodrizas llevan la comida en su boca las de las larvas. El hongo se llama Rhozites gongylaphora (Moeller) y es del orden de los Myxomycetos.
Aplicando al oído un sompopo grande, se percibe un sonido, que produce el frotamiento de sus articulaciones torácicas y abdominales. André cree, que este ruído percibido al tacto por las antenas de otros, les sirve de especie de lenguaje.
Los sompopos viven tal vez más que el término medio de a años averiguado por Lubbock por las hormigas en general.
Una vez al año se nota en cada sompopero un movimiento inusitado, se ven en las puertas todos sus habitantes hasta los más pequeños, se prepara la salida de los machos y hembras aladas, Esta tiene lugar

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