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en los valles de Guatemala, Antigua, ete. la madrugada de uno de los días de junio, cuando ya se establecieron las lluvias. Los animalitos se elevan gran altura y celebran allá sus nupcias. Los machos comienzan descender aisladamente, vuelan algún tiempo y caen tierra para no volver levantarse. En otras épocas salen expontáneamente expulsados algunos de los machos alados y van morir fuera del hogar sin dejar nada útil en su paso por la tierra, como sucede con ciertos individuos de la especie humana.
Las hembras al bajar tierra se desprenden de sus alas, buscan los som poperos de donde han salido se abren un pequeño agujero en la tierra y se introducen en él. Perecen estas últimas, si por casualidad no encuentran una comunicación con su nido si no son secundadas en su primer establecimiento por obreros, sin cuyo servicio como nodriza, etc.
se perderían huevos y larvas.
Estos sompoperos nuevos deben formarse raras veces, yo no conozco ninguno, en cambio lie visto algunos siempre existentes y florecientes desde mis primeros años.
Cuando los machos y hembras de los sompopos están volando, son presas de las aves y también son recogidos por los indios, que se comen el abdomen crudo o tostado en comal.
Don Carlos Aubuisson en San Salvador ha propuesto la persecución y destrucción sistemática de las hembras durante su vuelo nupcial como medio de disminuir los estragos hechos por los sompopos. Esto es muy recomendable y debiera hacerse del modo más extenso posible, pagando las municipalidades premios por cierto número de hembras aladas.
Otro medio es la abertura de los sompoperos con la extracción de sus jardines, hembras y larvas, no siempre factible por hallarse los sompopos debajo de edificios. veces quedan pocos individuos y se vuelve poblar el nido.
La persecución paciente y constante de los obreros afuera de sus cuevas por fuego, petróleo, creolina privará a los demás de alimento, lo mismo la cerrada de los agujeros por medios mecánicos un poco de cianuro de potasio, que mata los obreros al pasar.
Las insuflaciones de sulfuro de carbono ácido sulfuroso con un fuelle son incompletas, si no se han logrado tapar todos los agujeros y raras veces logran destruir totalmente un sompopero.
Impedir el desarrollo del hongo introducir epidemias los sompoperos podrá quizás un día hacerse después de estudios y experimentos serios.
Las plantas se pueden proteger directamente por un anillo de alquitrán pelos, pocos seguros contra seres tan astutos.
Es lástima que no hay más de symbiosis como de los guarumos (Cecropia peltata) con la hormiga del género «azteca. que vive en ciertos agujeros de los tallos del guarumo y sale furiosa en defensa de su huésped contra varios animales y también los sompopos.
Las milpas son atacadas por los sompopos solamente muy tiernas, antes de que las hojas tengan 10 12 centímetros. Después de este tiempo peligroso los sompopos son más bien provechosos para las plantaciones de maíz (y de caña) porque aflojan la tierra y la abonan.
Los indios para salvar sus milpas ponen cerca de los agujeros hojas de «quequesque» más apetecidas de los sompopos que las plantitas de maíz.
El medio es ingenioso, pero ayuda al engrandecimiento de los sompoperos.
El mal causado por los sompopos, tremendos enemigos de los cultivos existentes y rémora para la introducción de nuevos, no es irremediable. Pero el combate necesita inteligencia en escoger armas adaptadas al modo de ser del sompopo y perseverancia en emplearlos.

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