ción. Catalina se aleja. Dónde vas?
CATA. contestar esta carta.
JUAN. Catalina. CATA. desde la puerta. Qué quieres?
JUAN. Te vas.
asi?
CATA. Cómo. JUAN. No sé cómo. así!
CATA. cómo debo irme?
JUAN. Catalina, no sé, tú me escondes algo.
CATA. Nada, Juan, te lo aseguro.
JUAN. Ya no me quieres como antes. Catalina baja la cabeza sonriendo y la mueve diciendo que no. Te acuerdas, Catita (podea su cintura con su brazo) de aquella promesa que nos hicimos? Ni un secreto entre nosotros, ni aun el más insignificante y ahora (la abrasa) dime qué tienes?
CATA. Tú lo sabes.
JUAN. No, no lo sé ni siquiera una idea.
CATA. con ternura. Quisiera valer algo para ti.
JUAN. Eres lo que, para mi, vale más.
CATA. No, no tú no tienes la culpa pero verdad que yo no te basto?
JUAN. Por qué lo dices? Yo no te he dado motivo.
CATA. Nunca.
JUAN. entonces. la abrasa con más fuersa. Son caprichos, caprichos que hay que olvidar Eso es. así asi (la besa amorosamente)
CATA. Si fueran caprichos solamente!
JUAN. No te lo digo yo. CATA. Ah te amo tanto, tanto, tanto! No se puede decir la manera como te amo! Daría mejor Luisito diez veces antes que perderte. JUAN. Qué dices?
CATA. Que Dios me lo perdone. mi pobrecito hijo querido Luisito. no. roleando con sus brasos el cuello de Juan. Ah! Juan, amor mío. fuerte abrazo. Ana lista para el paseo abre la puerta vidriera. ANA. Señor Doctor, su disposición. Oh! perdonen ustedes. Se retira. JUAN. Voy, señorita (toma su manuscrito. Vamos navegar, Catita. Quieres venir con nosotros. la besa, toma su sombrero. CATA. No puedo, Juan, tengo mucho que hacer.
JUAN. Hasta luego (se va corriendo. Catalina lo mira hasta que se pierde de vista como si mirase una visión que se desvanece. Luego rompe llorar. TELÓN. Continuar)
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