Aniversario (TRADUCCIÓN DE GUILLERMO VALENCIA)
Hermana, toma el cántaro de tierra gris: no olvides la costumbre, y vente luego en pos de mí.
Hoy ba siete veranos que lo vimos: recuerda. En tanto que El hablaba, nosotras en el pozo hundiamos risueñas nuestros cántaros!
Después. un mismo día, nuestros novios perdimus. Hoy, hermana, iremus buscar en la llanura la fuente que sombrean dos Alamos y un hnya, para que alli ilenemos en silencio nuestros cántaros de tierra gris STEFAN GEORGE La cartilla del comerciante. Si desconfías de tí mismo y de tus productos, tu empresa está casi perdida.
Si no tienes confianza en tus mercancías, quémalas y compra otras diferentes.
La confianza es el alma de los negocios. Si se pierde, es como la doncella que pierde el derecho a la corona de azalares.
Cumple tu palabra porque es tuya y tu palabra eres tú, y porque la has dado, y el que la ha recibido, la recibió confiando en tu honor comercial, que vale tanto como el honor militar.
Sé franco y verídico con todos los hombres con quienes trates.
El comerciante ambiguo en sus palabras y menciroso, es seguramente falso y ladrón El engaño comercial es una trampa en que el mismo tramposo suele caer. La buena fe comercial, es la misma del crédito. El comerciante depende de los demás, y la buena mala opinión le dan la riqueza el garrote. Rige tus actos por lo que el público diga de tí de tu casa. Las mercancías bien compradas, están ya medio vendidas.
No compres sino lo que puedas vender pronto y bien.
Haz que tus compras marchen al compás de tus ventas.
Compra siempre todo lo que vendas al menor número posible de comerciantes. Ahorras tiempo, trabajo y riesgos: Vende un mismo artículo precio igual.
No garantices nunca ningún efecto que no te satisfaga.
No hagas competencias por amor propio, porque te arruinas y te acreditas de torpe ante tus rivales, que se rien de tí y aprovechan tu ruina.
El que más anuncia, más gana. Pero el que al anunciar engaña, se hiere con la misma espada. No vendas más que al contado y precios fijos, al público. El que fía, no es comerciante.
El crédito, grandes plazos, es la gangrena del comercio.
Si no haces fortuna en el comercio, divórciate de él como de una mujer infiel.