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Licenciado don Cleto González Viquez El señor Licenciado don Cleto González Víquez sale hoy de su simple condición de ciudadano para pasar ser el primer magistrado de la Re.
pública, cargo honroso que hubieron de conferirle las asambleas electorales constitucionalmente reunidas el 19 de abril. Grande es sin duda el espacio que existe entre el lugar oscuro donde se desenvuelve la vida de un simple ciudadano y la cumbre luminosa y dominante en donde nuestra Constitución ha puesto el solio que deben ocupar los hombres llamados dirigir los destinos de la República, Ese espacio ascensional ha sido salvado veces por un salto de fortuna, en que, tanto como éste, nos sorprende y paraliza la audacia del saltador; pero el señor González Víquez ha recorrido lentarnente ese espacio difícil, poniendo el pie, en cada movimiento hacia arriba, sobre el escalón labrado por su mérito en la peña abrupta por don le se llega a la cumbre, Si lo seguimos lo largo de ese trayecto, que sólo los hombres supe.
riores les es dado recorrer sin apoyo de nadie, veremos que cada escalón de su vida pública está marcado por un beneficio de esos que dan derecho a la gratitud y la consideración de las gentes. El señor González Víquez ha sido sin duda el servidor más esforzado y asiduo que quizás haya tenido nuestra patria desde hace ya mucho tiempo, pues él no se ha contentado nunca con impulsar el bien del país tan sólo desde los altos puestos a que lo han llevado sus aptitudes, sino que también ha trabajado siempre, com simple particular, con esfuerzo incansable, con abnegación generosa, en beneficio del público.
En todos los órdenes de la vida social se ha sentido durante largos años el influjo saludable de este trabajador inteligente, laborioso y desinteresado, que es, por esta causa, el tipo más herinoso del hombre público.
Su vida pública abarca. por consiguiente, toda la esfera de su vida individual, desde que, por sus estudius, por sus ideas, por sus aptitudes y por su consejo, comenzó adquirir autoridad y prestigio entre las gentes que lo rodeaban. Sólo conocería, por lo tanto, una parte de su viila pública el curioso que se contentara con seguir al señor González Víquez por las esferas «lel gobierno administrativo, en donde, sin embargo, su labor ha sido también por todo extremo saludable y fecunda. Es necesario, por consiguiente, recorrer toda la vida de ese hombre superior para conocer y apreciar el mérito de la labor por él realizada en veinticinco años de porfía modesta, generosa y tenaz por el bien de nuestra santa madre la tierruca costarricense.
Don Cleto González Víquez nació en el pueblo de Barba, perteneciente a la provincia de Heredia, el año de 1858: tiene hoy, según eso, cuarenta y ocho años de edad. Hizo sus estudios primarios en las escuelas públicas de su pueblo y de la ciudad indicada. En 1869 ingresó en el Colegio de 1482

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